viernes, 19 de agosto de 2011

Rebeldia adolescente




Siempre he tenido la sensación personal que una de las razones más íntimas de que entrase en el BDSM como esclava fue el reto de que alguien fuese capaz de dominarme  y de domar esa rebeldía que me empezó en la adolescencia y con la que he continuado siempre. Hay personas que leen este blog y lo saben porque me han conocido bien. Simplemente voy a contar una pequeña anécdota de la que me he estado acordando estos días.
Tenía dieciséis años y me habían invitado a una fiesta en una disco a la que iban a ir todas mis amigas y un montón de chicos guapos y naturalmente no quería perdérmela. Le pedí permiso a mi padre y al final de un discurso trascendental me dijo que bueno pero con las consabidas condiciones.
El día de la fiesta me maquillé con todo cuidado (normalmente no me maquillaba), me dejé el pelo suelto y me puse un top de color y una minúscula falda negra, además de unos zapatos de tacón.
Yo estaba tranquila porque sabía que mi padre no llegaba hasta las nueve y eran las ocho pero cuando fui a atravesar el salón para salir a la calle, allí estaba él recién llegado de la calle. Saludé a los dos casi sin volver la cabeza y seguí andando hasta llegar a la puerta de la habitación. Allí hoy la voz de mi padre. "Oye, niña". Me volvi y le pregunté qué quería. "¿A dónde crees que vas con esa pinta". Ya me había esperado algo así pero sentí una gran irritación. "¿Que pinta?, le dije y él respondió muy seguro de sí mismo. "Coño, que se te ve el culo". Entonces, hice un gesto como si lo que me reprochaba fuera una tontería y le conteste: "No te preocupes, papá, llevo bragas".
Yo me fui sin esperar su réplica porque me temía lo peor pero al día sigiente mi madre me dijo que la reacción de mi padre había sido reírse. Y es que se las da de duro pero no lo es.


2 comentarios:

  1. Cuando yo era adolescente y salia con las amigas adiscotecas donde no me dejaban ir, recuerdo que salia de casa vestida de una manera y me cambiaba en casa de una amiga que vivia en eledificio de enfrente,quedabamos alli para vestirnos y salir de fiesta...incluso recuerdo haverme maquillado en el ascensor (era un octavo piso).

    Un beso silvia.

    AMA NAYLA

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  2. Algunos veran debilidad,yo veo confianza y amor de padre.
    Tarha

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