martes, 23 de diciembre de 2014

Es Navidad




Mi Amo y yo queremos desear a todos los seguidores y a todos los lectores de esta blog una Feliz Navidad

domingo, 21 de diciembre de 2014

De nuevo en casa



Sólo quiero poner una pequeña entrada para decir que este viernes me dieron el alta hospitalaria y he vuelto a casa. Tendré que seguir un tratamiento muy largo y pasar varias revisiones  pero estoy mucho mejor.
Voy a pasar unos días en casa de mi familia pero después volveré con mi Amo para continuar sirviéndole y sometiéndome a sus deseos. Estoy deseando hacerlo, aunque ya he empezado a cumplir algunas órdenes.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Sin actualizar




Soy consciente de que llevo bastante tiempo sin actualizar este blog y eso es malo, sobre todo para mí, que no cumplo con mi cometido pero también para el que espera que manifieste algo nuevo o cuente algún sentimiento.
No lo he actualizado porque estoy hospitalizada y desde aquí es difícil tener el tiempo y la privacidad suficiente para hacerlo. Los que me siguen desde hace más tiempo recordarán que hace ya algunos años tuve un problema muy serio de riñón que me mantuvo en díalisis durante algunos meses y que se terminó solucionando con un trasplante.
Hace unas semanas, una infección renal vino a complicarlo todo y los médicos han estado preocupados por cómo podía evolucionar el asunto. Afortunadamente, parece que el problema se está solucionando y creo que podré recibir el alta antes de Navidad.
A partir de entonces, junto a la vuelta a mis actividades como esclava de mi Señor, retomaré con mayor asiduidad el blog e intentaré actualizarlo con alguna frecuencia.

martes, 18 de noviembre de 2014

El dilema de Luna




Luna y su Amo han decidido dar por terminada la relación que mantenían desde hacía casi dos años. Al principio fue una relación personal, los dos viviendo en la misma ciudad, pero desde hacía un año más o menos, se había convertido en otra a distancia, en la que el contacto se establecía a través de correo electrónico, chat, whatsapp y encuentros breves y esporádicos. Dejó de ser personal porque su Amo, un holandés, tuvo que abandonar España por cuestiones de trabajo y regresar a su país.
Luna siempre ha sido heterosexual. Siempre ha salido con chicos y durante tres años mantuvo una relación de noviazgo con uno de ellos, relación que, finalmente, no prosperó. Jamás se le pasó por la cabeza la posibilidad de ser bisexual y, mucho menos, lesbiana. Sin embargo, hace unos meses, su Amo la mandó ir a un bar de ambiente gay y allí conoció a una chica de la que, sin saber por qué, y a las primeras de cambio, se enamoró perdidamente. Iniciaron una relación que, desde el primer momento, contó con la autorización de su Amo. Luna fue informada por su Dueño de que en ningún caso le hubiera autorizado una relación con un hombre pero que sí le autorizaba esa. Al poco tiempo, Luna se fue a vivir con la chica en el apartamento que ella poseía y durante todo este tiempo han proseguido su relación de noviazgo.
Durante estos meses, Luna ha mantenido su relación BDSM y su relación de noviazgo pero, como es fácilmente imaginable, cada vez ha sido más difícil. Ella no ha considerado que ser la esclava de un Amo que estaba a muchos kilómetros de distancia fuese incompatible con amar a otra persona y que en ningún caso podía considerarse que la estuviera engañando, mucho menos menospreciando. Pero existía un grave riesgo que que su novia descubriera la relación BDSM, la existencia de un Amo y rompiera la relación.
A Luna no le gustan las chicas, nunca le ha gustado ninguna desde el punto de vista erótico, pero ama a su novia con todas sus fuerzas.
Recientemente, ella y su Amo han hablado del asunto con asiduidad. Ella quería mantener su relación de esclava a toda costa porque es el estilo de vida que ama y que le gusta. Pensaba que, en todo caso podría prolongarla en el tiempo sin correr demasiados riesgos. Pero su Amo no pensaba igual. Consideraba que en cierto modo era el responsable de que las dos se hubieran conocido y se hubieran enamorado y no quería ser responsable de una ruptura entre ellas. Pensaba que su relación de noviazgo podía durar toda la vida mientras que la relación BDSM no era probable que lo hiciera. Y le habló a Luna de terminar su relación. Pero no porque él quisiera hacerlo, sino porque no quería que su esclava pudiese perder la oportunidad de ser feliz con su chica, de mantener esa relación en el tiempo, tal vez, para siempre.
Desde hace unos días Luna y su Amo ya no se relacionan. Han decidido mantener el contacto como amigos. Luna ha llorado como nunca lo había hecho hasta ese momento y lo echa enormemente de menos, pero es feliz con su chica y sabe que si su amor puede durar toda la vida, sólo será por la inmensa generosidad de su Amo.

nunki quiere añadir que Luna no es el nombre verdadero de esta esclava ni tampoco su nombre de esclava pero que la historia es totalmente cierta.



domingo, 19 de octubre de 2014

Lo que diferencia a un buen Amo del que no lo es




1- Que sepa lo que es la Dominación, lo que es el BDSM y que no tenga dudas sobre los métodos que debe usar para someter a su esclava.
2- Que sea capaz de hacer sentir a su esclava que la domina, que es superior a ella, que es su guía, que es su propiedad.
3- Que sea duro y estricto pero que también sea justo.
4. Que sepa reconocer sus errores y pedir disculpas si se equivoca.
5- Que no sea prepotente.
6- Que no esté obsesionado con el sexo, que lo considere una parte más del adiestramiento, al mismo nivel que cualquier otra.
7- Que no insulte por insultar, que los insultos, las humillaciones y las vejaciones sean métodos para someter y adiestrar a su esclava no porque se crea con el derecho a hacerlo.
8- Que esté convencido de que someter a una esclava no tiene sólo por finalidad su propio beneficio, sino que es también para satisfacer a la esclava.
9- Que esté dispuesto a cuidar de ella, a procurar su bienestar físico y psíquico, hacer que la esclava se sienta orgullosa de serlo. Que la esclava sea su más preciada posesión.
10- Que sepa cómo someter mentalmente a su esclava pues es una condición indispensable para que ella sienta que es verdaderamente su dueño.
11- Que sepa en todo momento lo que necesita la esclava, lo que la somete y lo que la rebela.

viernes, 10 de octubre de 2014

Los Amos son los que mandan




Hace un par de semanas, mi Amo y yo decidimos sentarnos juntos y hablar sobre nuestra relación.  Había llegado un momento en el que debíamos hacer algo. Tal vez porque tres años es mucho tiempo y la gente llega a conocerse muy bien o quizá porque se necesita un respiro en una forma de vida que es dura y difícil de llevar.
En un primer momento pensamos que lo mejor sería darnos un descanso y tener tiempo para reflexionar antes de tomar una decisión definitiva.  Pero unos días después, volvimos a sentarnos para volver a hablar. Tomamos conciencia de que lo que nuestra relación necesitaba era un nuevo impulso, unos nuevos retos, una forma diferente de enfrentarnos a los problemas que habían surgido y los que surgirían en el futuro. Durante unos días consideramos todos los puntos de lo que iba a ser una nueva relación, al menos, una nueva etapa de la relación.  Pensé en cambiar mi nombre de esclava y empezar con otro esa nueva etapa. Incluso, le facilité a mi Señor varios nombres que me gustaban. Los vio y me dijo que lo pensaría. Fue entonces cuando me despedí del que había sido mi nombre durante los tres últimos años. nunki. Y escribí la entrada que precede a esta.
Pero, poco después,  decidió que le seguía gustando el nombre de nunki y me dijo que quería que siguiera siendo ese el nombre de su esclava.
Entonces, tuve que prepararme, volar por el espacio hasta la constelación de Sagitario y atrapar allí a nunki para que me prestara su nombre como había hecho hasta entonces.
Por tanto, sigo siendo la esclava nunki, la misma que ha servido a su Amo durante mucho tiempo.  La misma que va a seguir sirviéndole en el futuro con más bríos que antes, con más dedicación si cabe y con el compromiso, la sinceridad y la disciplina que mi Dueño se merece.

martes, 30 de septiembre de 2014

Adios nunki




Hoy nunki ha muerto como esclava. Nació hace ya tres años cuando su Amo tomó el nombre de esa estrella lejana en el Universo y desde entonces, le ha servido con dedicación, lealtad y entusiasmo. Durante tres años, nunki se ha entregado sin reservas a su Amo, renunciando a su vida privada, a sus amistades y a todo cuanto no fuera someterse a su Amo en cuerpo y alma en una relación profunda, sincera y gratificante. Ha sido esclava durante las veinticuatro horas de cada uno de esos días de los tres años, prácticamente sin límites y sin condiciones.
Pero a partir de ahora, nunki sólo será esa estrella lejana de la que un día tomé su nombre para sumergirme en el mundo del BDSM y vivir una de las épocas más extraordinarias de mi vida.
Sin embargo, no renuncio a seguir viviendo ese estilo de vida que me compensa ampliamente de cualquier otra adversidad o renuncia.
Hoy quiero agradecer al que hasta ahora ha sido mi Amo su entrega y su dedicación, las horas robadas al sueño o a otras actividades para dedicárselas a su esclava.
Quiero agradecerle su generosidad con mis errores e incumplimientos, con mis manías, con mi mal genio, con mi forma de pensar, con mis excusas y, también, por qué no, con esos momentos en que para evitar un castigo, he intentado modificar la realidad.
Quiero agradecerle la confianza que ha tenido siempre en su esclava, su actitud de no dudar nunca de que lo que le decía era la verdad, de que lo que le pedía era necesario, de respetar todas mis cosas aunque no tuviese por qué hacerlo
Quiero agradecerle el respeto que siempre ha mostrado por mí y por mis pertenencias, las facilidades que me ha dado para responder a los mensajes de otras personas, mis relaciones familiares o mi trabajo.
Quiero agradecerle también su interés, su comprensión, su paciencia, su tono, su implicación, su desvelo, su sinceridad, su disponibilidad y cientos de cosas más.
Por fin,  quiero agradecerle algo que, en verdad, nunca he podido pagarle: el haber hecho de mí una mejor esclava y una mejor persona. Me gustaría haber dejado una pequeña, incluso ínfima, huella en su vida. No tengo mucha esperanza de que haya sido así.


sábado, 27 de septiembre de 2014

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Engaño y confianza



¿Qué se debe hacer cuando descubres que una persona en la que has confiado plenamente se dedica a engañarte creyendo que no lo                               sabes y que no te vas a enterar?

domingo, 24 de agosto de 2014

De nuevo soy esclava




Hace unos días mi Amo se puso en contacto conmigo para preguntarme si quería retomar la relación y continuar sirviéndole. Me dijo que lo había estado pensando y que probablemente su decisión había sido demasiado drástica.
Enseguida le dije que sí, que deseaba volver a convertirme en su esclava y durante varios días hemos estado hablando para ver la forma de hacerlo. En esencia conservamos todas las reglas y normas anteriores pero también hemos consensuado algunas nuevas que mejoran la relación, que la hacen más fluida y con un mayor compromiso por ambas partes.
Mi sumisión a mi Amo es total, sin resquicios y con apenas unas pequeñas limitaciones, más propias del sentido común que de otra cosa, todo ello naturalmente, dentro de las reglas del BDSM.
Me siento enormemente feliz de volver con mi Amo, de cobijarme en su hombro y de sentirme protegida y querida. También debo decir que me enorgullezco de ser su esclava, de la forma en que ha dado la cara y reconocido una situación que no era buena y, sobre todo, de la demostración que ha hecho de querer a su esclava y de desear volver a someterme
En este momento, quiero decirle que prometo servirle con todas mis fuerzas y con todo mi interés, procurar su satisfacción permanente y cumplir con todas mis obligaciones de esclava.

domingo, 17 de agosto de 2014

Sumisión mental




Creo que la mayor satisfacción de una esclava es conseguir una                                     total y absoluta sumisión mental

lunes, 11 de agosto de 2014

Vacaciones




Quiero enviar un saludo a todos los seguidores y lectores de este blog y a toda la familia del BDSM desde París, donde estoy pasando unos días de vacacione con unos amigos. He estado hablando con algunas personas y cuando regrese a casa decidiré definitivamente la clase de vida que deseo llevar de ahora en adelante. Pero ya lo tengo casi decidido.

lunes, 4 de agosto de 2014

Highlands



Hace unos años estuve viajando por Escocia. Estaba todavía en la Facultad y junto con algunos amigos decidimos recorrer aquella parte del Reino Unido. Recuerdo que visitamos Edimburgo, Glasgow, Inverness, Perth, el lago Ness, en el que no conseguimos encontrar al famoso monstruo y algunos sitios más.
Se me ha venido todo esto a la memoria porque una persona muy cercana a mí está pasando estos días en esas tierras con algunos amigos, aunque, según creo, en un plan más deportivo que turístico.
Me duele que esa persona se haya distanciado tanto y tan bruscamente de mí porque no tengo conciencia de haberle hecho ningún mal ni nada que hubiese podido resultar ofensivo hasta el punto de no dirigirme la palabra.
Me estoy preguntando estos días, en un ejercicio bastante absurdo y poco práctico, si le hubiera gustado haber ido conmigo en vez de haberlo hecho con sus amigos o, incluso,  si hubiera aceptado hacerlo si yo se lo hubiera propuesto. Francamente, creo que no. No ya porque nos hayamos distanciado hasta el punto de romper cualquier vínculo, sino porque creo que nunca ha sopesado la posibilidad de hacer una cosa así. Tampoco yo lo he hecho hasta ahora.
En todo caso, espero que en algún momento de su viaje, mientras anda por aquellos riscos o mientras aguanta la lluvia y el viento o mientras se toma un magnífico whisky en un rincón de algún hotel, se haya acordado de mí y de la relación que en un tiempo mantuvimos.

miércoles, 30 de julio de 2014

Juicios de valor




Quien ha sido mi Amo hasta hace poco tiempo me ha manifestado su malestar y su enfado por lo que he escrito en mi última entrada en este blog y, en concreto, por lo que él denomina juicios de valor.
Se refiere al comentario que hice deduciendo que su decisión de dar por terminada la relación estaba ya tomada, independientemente del asunto del correo.
He de admitir que, efectivamente,  eran juicios de valor pues no tengo ninguna prueba de que lo que opinaba fuera verdad y en ese sentido,  deseo pedir disculpas públicamente si con ello le he molestado o, peor aún, he podido ofenderle o inventarme algo que no fuera cierto.
Pero lo cierto es que, al menos en mi opinión, las circunstancias fueron muy sospechosas y facilitaban ese juicio de valor. Mi Amo no me dio ninguna opción. No esperó a escucharme, a que diera alguna explicación, ni siquiera a que abriera la boca. Él podía estar equivocado, podía haber habido algún problema en Internet, podría haber usado el correo de un compañero de trabajo o, lo que es la realidad, podía haberlo hecho sin darme cuenta de que lo hacía y ser totalmente inocente. Incluso después de que le contara lo sucedido, ni siquiera quiso responderme. Y yo me pregunta si me he portado tan excesivamente mal como para que, no sólo rompa la relación sino tampoco quiera dirigirse a mí o responder a las veces que he intentado ponerme en contacto con él.
Y luego, la acusación, creo que totalmente injustificada, sobre la confianza que merezco (un día antes era total), mi valor como esclava o lo inútil de mantener la relación.
En fin, no quiero seguir insistiendo en ello. Sí quiero aclarar, porque es de justicia hacerlo, que los años que ha durado esta relación han sido los más completos, más satisfactorios y más felices de mi vida. Que la experiencia que he tenido ha sido maravillosa y que mi vida no volverá a ser igual después de ella.

lunes, 21 de julio de 2014

Adiós, Amo, Adiós




Hace unos días, mi Amo decidió, de forma unilateral y de la noche a la mañana, dar por terminada la relación que manteníamos desde hacía más de dos años. La razón aducida por él fue que le había estado engañando, pues le había mandado un correo desde una cuenta que no era la que tenía autorizada, cuando tenía la prohibición absoluta de tener más de una cuenta de correo y, sobre todo, disponer de alguna sin su consentimiento.
Le dije a mi Amo que lo había hecho desde el trabajo, desde la cuenta corporativa de la que dispongo en mi perfil, una cuenta que aparece cuando abro el programa del que dispongo para trabajar, sin necesidad de poner ninguna clave. Nunca había usado esa cuenta y, ni siquiera hoy, sé cómo le mandé un correo desde ahí.
Mi Amo no quiso comprender que cuando se envía un correo desde una cuenta hotmail desde un ordenador que no es el propio, hay que escribir el nombre de la cuenta y la contraseña y que si hubiese querido engañarle, no hubiera puesto una dirección y una contraseña que no eran las mías y que, por ende, tenía prohibida.
Me dijo mi Amo que había tomado esa decisión porque él se había tomado siempre la relación muy en serio y yo estaba jugando con él. Y me llevé las manos a la cabeza. ¿Cómo puede decir eso cuando he sido su esclava sin límite alguno durante las veinticuatro horas del día, cada día de cada año? Una esclava 24/7 que renunció a todo para servirle, que no tenía el más mínimo derecho a nada, que fue humillada y vejada delante de buen número de personas y que, incluso, tenía que pedir permiso para hablar con su familia.
Me dijo también que no confiaba en mí y que no merecía la pena estar conmigo. Y yo me sentí inmensamente dolida porque era profundamente injusto, porque lo había dado todo y porque había aportado a la relación un millón de veces más de lo que había aportado él. Me sentí triste y humillada, no ya como esclava, sino como persona. No me hubiese importado que hubiera decidido terminar por cansancio, por aburrimiento o por querer dedicarse a otras cosas pero no me ha parecido justo que lo haya hecho de la forma que lo ha hecho. Él, que no renunció a nada por mí.
Ahora sé que el asunto del email no ha sido más que la excusa para romper la relación.  Ya otras veces había ocurrido algo parecido y mi insistencia le había hecho cambiar de opinión. Estoy convencida de que si no hubiera ocurrido lo del correo, habría sido cualquier otra cosa.
A partir de ahora, todo cambia para mí y aunque ya he recibido la oferta de otros Amos, quiero dejar pasar un tiempo antes de tomar una decisión. Dentro de unos días tomaré mis vacaciones, las primeras en libertad durante mucho tiempo. Me va a parecer extraño poder ir adonde quiera, hacer lo que quiera o relacionarme con quien desee. Después, a la vuelta, decidiré si quiero seguir esta clase de vida o, si por el contrario, prefiero iniciar algo nuevo, alejado ya del BDSM. Espero poder contar aquí la decisión que tome.

miércoles, 2 de julio de 2014

Nostalgia




Hoy he echado la vista atrás y he sentido una profunda nostalgia. Están a punto de cumplirse ocho años desde que inicié este blog en su anterior versión y casi parece que fue ayer. Fue en aquella época cuando me introduje en este estilo de vida, en el BDSM.
De vez en cuando me gusta recorrer aquellos blogs de personas practicantes de BDSM que empezaron conmigo o que ya se publicaban cuando yo empecé. Desgraciadamente, la mayoría ya no existen. Otros, aunque accesibles,  hace meses o años que no han sido actualizados y sus últimas entradas datan, a veces, de varios años atrás. Me interesan todos aunque hay uno al que vuelvo con alguna frecuencia. Parece estar abandonado.
Es posible que algunos propietarios de estos blogs mantengan sus relaciones de BDSM, aunque es muy probable que la mayoría lo haya dejado ya, tenga una vida diferente y que aquellas vivencias que tuvieron sean sólo un recuerdo en una existencia diferente. Es difícil asimilar cómo pasa el tiempo.
Hoy he vuelto a navegar por Internet buscando alguno de esos blogs y he encontrado menos que la última vez que lo hice. Y eso ha hecho que vuelva a sentir una profunda nostalgia.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Ausencia




Hace unos días mi Amo tuvo que hacer un viaje de carácter personal y estuvo navegando por el mar Mediterráneo sin posibilidad de relacionarse con su esclava. Únicamente, en dos ocasiones, pudo mandarme brevísimos correos para notificarme que estaba bien y que pensaba en mí.
Es extraña la sensación de soledad que sentí durante esos días. Fue algo que nunca había sentido antes.
Naturalmente, estuve trabajando como lo hago de forma habitual, me relacioné con mis compañeros y compañeras de trabajo, con mis jefes, fui a ver a mis padres, a los que no visitaba desde hacía más de dos semanas y cumplí todas las normas y todas las reglas que tengo establecidas. Pero me sentí profundamente sola. No únicamente sola sino también desamparada. Sin saber qué hacer y sin saber qué decidir, como pasar los tiempos muertos de esos días.
Ahora, una vez que la situación se ha normalizado, me pregunto hasta dónde he llegado como esclava para haberme sentido así y, sobre todo, me pregunto también si tal grado de dependencia, algo que nunca había considerado, es normal para una esclava en un caso como el que cuento.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Fijación sexual




Muchas veces me he preguntado por qué la inmensa mayoría de los Amos que practican BDSM tienen esa obsesión por el sexo o por el aspecto sexual de la relación. No me estoy refiriendo al deseo o al derecho que pueden tener de mantener una relación sexual con su esclava, ni que estas relaciones no formen parte del juego entre un Dominante y una sumisa. Me estoy refiriendo a otro aspecto mucho más comprometido, al menos desde mi punto de vista.
¿Por qué ese gusto porque la esclava se introduzca toda clase de vibradores, plugs anales, bolas chinas e, incluso vegetales o cualquier otra cosa que tenga una forma más o menos fálica? ¿Por qué esa obsesión porque se cuelgue pesas o se pince los pezones o los labios vaginales? ¿Por qué no pinzarse la nariz o ponerse pesas en las orejas? ¿Por qué ese deseo de que la esclava se masturbe, ponga posturas inverosímiles o se pinte los pechos o los genitales? ¿Por qué, en su intento por humillarla, se dirigen a ella con apelativos que, como zorra, perra, guarra o puta, tienen una connotación claramente sexual?
Si yo fuera Dominante, mi mayor interés sería ejercer una dominación mental sobre mi esclava, controlar su mente porque si lo consiguiera, la tendría totalmente sometida. No me refiero a un lavado de cerebro sino a conseguir lo que se denomina sumisión mental.
Parece  que a la inmensa mayoría de los Amos a los que me refiero, eso no les interesa, no sé si porque cuesta mucho más trabajo o porque les traiciona su subconsciente.

viernes, 28 de marzo de 2014

Las creencias de la esclava




Hace ya algunos años participé, en un foro, en un debate acerca de la compatibilidad o no compatibilidad entre el BDSM y la religión o, para ser más exacto, si una esclava o un Amo podían ser creyentes y al mismo tiempo practicar BDSM. 
Por supuesto, hubo innumerables opiniones, tanto a favor como en contra aunque la mayoría eran contrarias a la mía. Es decir, que la mayor parte de los intervinientes pensaban que un o una creyente no podían practicar BDSM porque iba en contra de sus convicciones.
Tan es así que, algún tiempo después, una esclava me confesó que su Amo le había exigido abandonar su fe y su práctica religiosa si quería seguir gozando de la dominación de su Amo. Por supuesto, la esclava no estuvo dispuesta a satisfacer esa pretensión y abandonó la relación.
Recientemente, mi Amo y yo hemos mantenido un debate sobre religión. Hemos contrapuesto nuestras opiniones y lo que cada uno de nosotros pensaba sobre el tema y no ha habido ninguna duda de que nuestras posturas son diametralmente opuestas. Puedo decir que no hay un solo punto de coincidencia y que sería imposible llegar a un término medio en el que pudiéramos coincidir.
Sin embargo, estoy segura de que mi Amo jamás me pediría que abandonase mis convicciones como condición para continuar siendo mi propietario.

viernes, 21 de febrero de 2014

Mendigos



El Amo le ordena que vaya a las cercanías de la estación del ferrocarril y que lo haga vestida con harapos, sucia y con un gorro de lana en la cabeza. Una vez allí, debe sentarse en el suelo, en una de las aceras y desplegar el cartón que ha llevado hasta allí y en el que, escrito con rotulador negro, figura el lema "Tengo hambre". Allí debe permanecer durante tres horas, sacar el mayor dinero posible y cuando haya transcurrido el tiempo, levantarse y regresar a la casa.
Es una orden ciertamente peligrosa. En la misma calle donde se sienta la esclava hay varios mendigos pidiendo como ella. Gente, de más edad, incluso algunos mayores, con mal aspecto físico, verdaderos mendigos y no farsantes como ella. Tiene miedo de que la descubran, de que alguien pueda darse cuenta de que ella no es una mendiga ni una sin techo, que está allí por orden de su Amo, que no necesita dinero para comer. Si eso sucediera, alguno de los mendigos podría pensar que se está riendo de ellos, que está disfrutando con su sufrimiento y entonces, las cosas podrían ponerse muy feas.
Pero la esclava cumple su orden. Permanece sentada en el mismo lugar de la acera durante tres horas, con su cartel delante de su cuerpo y con un platillo en el suelo. No mira a ningún lugar concreto y mira a todos los lugares. Ha tomado precauciones y está nerviosa. Desea que pase el tiempo y poder marcharse de allí. Naturalmente, la esclava no sabe que su Amo está merodeando por allí, que vigila todo y que ante cualquier circunstancia adversa actuara con toda rapidez.
Por fin, transcurren las tres horas. Ha hecho un día espléndido lleno de sol aunque bastante frío. La esclava se levanta, recoge su cartón, su plato y abandona el lugar. Se siente feliz de haber cumplido la orden de su Amo. En el platillo, seis euros veinticinco céntimo.

sábado, 8 de febrero de 2014

El burguer



El Amo le ordena que acuda a un burguer y que espere allí a que quede alguna mesa desocupada en la cual hayan dejado restos de comida. Que una vez sentada a la mesa comience a comer los restos sin pedir ninguna consumición y que sólo cuando termine puede ordenar algún refresco.
Así lo hace la esclava. Acude a un burguer, espera un rato y cuando ve que se levanta una pareja que ha dejado un cartucho de patatas fritas prácticamente entero, se sienta y empieza a comerlas. Un instante después se acerca una camarera que le pregunta lo que quiere tomar. Ella dice que nada y sigue comiendo. La camarera le responde que no puede estar sin consumir y que lo que está comiendo es de otros clientes. Ella dice que pedirá cuando termine de comerse las patatas.
La camarera se retira y al momento vuelve con un vigilante que la insta a pedir algo o a marcharse. Ella repite lo mismo, que pedirá cuando termine las patatas. El vigilante se niega, la coge del brazo e intenta levantarla. Ella no opone resistencia y se pone en pie. El vigilante la ayuda a abandonar el local.
Cuando lo va a hacer se acerca el encargado y los detiene. Le pregunta si tiene hambre. Ella responde que sí. El encargado le dice que espere, se va y al rato regresa con un cartucho con patatas fritas. Se lo da y le dice que se lo coma fuera del lugar. La esclava lo coge y sale del burguer.

viernes, 10 de enero de 2014

Intolerancia



Desde que empecé a escribir mi primer blog, hace ya casi ocho años, esta ha sido la primera vez que he borrado un comentario.
Cuando se escribe un blog en el que se cuenta una forma de vida y se expresan opiniones sobre un tema, es normal que haya mucha gente que piense de forma distinta e, incluso, que esté totalmente en contra de lo que expresa el autor o la autora del blog. Eso es positivo y enriquece el blog, incluso cuando las críticas o las opiniones contrarias son fuertes y también cuando son injustas.
Pero lo que no tiene cabida, al menos en este blog,  son los insultos, los desprecios, la altanería, el creerse en posesión de la verdad o la chulería. Alguien ha escrito un comentario a la última entrada publicada en la que se nos insulta gravemente a mi Amo y a mí por lo que expreso en ella, por decir lo que me gusta o por la vida que quiero llevar. Es decir, sólo por dar mi opinión.
Curiosamente, esa persona a la que tanto le escandaliza esta forma de vida y, en general, la práctica del BDSM siente el suficiente morbo para leer lo que se escribe sobre ello, tal vez porque es uno de esos reprimidos a los que le atrae una cosa pero no se atreven a realizarla.
Antiguamente, la Inquisición quemaba en la hoguera a los que no vivían como a ellos les gustaba. En el siglo pasado, gaseaban en los crematorios a los que eran diferentes. Hoy, como no hay hogueras ni crematorios se dedican a insultar a los demás, eso sí, amparándose en el anonimato. Muy valiente.

jueves, 9 de enero de 2014

Azotes



La mayor parte de las esclavas que practican el BDSM, han tenido la oportunidad de ser azotadas , por supuesto siguiendo las reglas del BDSM y de forma segura y consensuada. Sus pieles han probado el látigo, el gato, la fusta, la vara, la regla, la mano del Amo...Incluso, muchas han sido abofeteadas en la cara. Recuerdo que cuando empecé, se me ocurrió preguntar en un foro cuál era el instrumento que las sumisas y esclavas preferían. Nadie me dio una respuesta tajante.
Hoy, puedo decir que desde mi punto de vista, el látigo es, con mucha diferencia el que yo prefiero. Tiene el inconveniente de que sólo es fiable si lo emplea una persona muy experimentada porque si no, se corre un grave peligro de ser lesionada. Pero, aún reconociendo que es doloroso, produce una sensación extremadamente excitante. Sentir el contacto con la piel, sentir el golpe es doloroso pero constituye una experiencia distinta.
Nunca he llegado a lo que se conoce como sub-space, aunque he estado cerca, pero sí he experimentado la sensación de que con el transcurso de los azotes se va perdiendo sensibilidad y llega un momento en que empiezan a doler menos.
Por contra, el instrumento que más odio, si se puede emplear esa palabra, es la vara. Desde mi punto de vista produce un dolor muy fuerte y además, muy desagradable. Los Dominantes que la saben usar bien hacen que la vara de el golpe y rebote  varias veces, con lo que la sensación es incómoda. Aunque para algunas sumisas y esclavas es posible que también tenga su lado positivo.