jueves, 25 de mayo de 2023

Privación sensorial

Por suerte para mí, hay una serie de Dominantes y de esclavos y esclavas que tienen la deferencia de mantener una correspondencia de mantener una correspondencia más o menos  asidua conmigo. Es, sin duda, un motivo para alegrarse y para estar contenta de que haya muchas personas que me siguen y a los que les estoy muy agradecida.

Uno de ellos, un Amo, me ha sugerido que haga una entrada sobre una de las prácticas más importantes, pero, quizá bastante desconocida del BDSM: la privación sensorial.

En años pasados, era una práctica habitual entre mi Ama y yo, ni diré que diaria pero sí muy frecuente. hoy en día y no sé por qué es menos habitual y sólo soy sometida a ella de tarde en tarde. Afortunadamente.

La privación sensorial es una práctica que me aterroriza, que me causa una sensación de malestar exagerada. Temo, sobre todo, la privación de la vista y la auditiva. Permanecer absolutamente a oscuras y absolutamente en silencio es algo difícilmente soportable y he llegado a sentir miedo durante su práctica. Se llega a perder la noción del tiempo y del espacio, sensaciones que aumentan considerablemente si se añade la privación táctil, algo no muy fácil de conseguir pero a lo que he sido sometida en diferentes ocasiones.

No conozco la privación del gusto y no me importa la del olfato, pero en su conjunto, ser privada de los sentidos ha llegado a ser para mí algo realmente angustioso y muy perturbador, algo que hace que me alegre de que mi Ama se haya olvidado un poco de ella y la haya sustituido, en parte, por otras, más dolorosas o más humillantes, pero no tan agobiantes, y por exagerar un poco, no tan terroríficas.