sábado, 31 de diciembre de 2011

Para el señorito Santiago


Pido perdón a todos los amigos que siguen este blog porque esta va a ser una entrada personal y es lógico que a mucha gente no le interese lo más mínimo. Pero alguien ha hecho públicas ciertas opiniones y comentarios sobre mí en su blog y yo quiero defender mi dignidad respondiéndole de la misma forma. Se trata de Santiago M. propietario del blog "La Torre Roja" y en concreto de su entrada del día 27, titulada Respuesta. La causa de su reacción puede leerse en mi anterior entrada.

Quiero empezar, Santiago, por lo que seguramente tienes más fresco en el recuerdo pues lo hablamos hace unos días solamente y que no es otra cosa que el compromiso que adquirimos de no contar públicamente nada de los que hubiésemos hecho o hablado entre nosotros ¿Te acuerdas? Ahí tienes una muestra de tu sentido del honor y de la honestidad, después de publicar un correo privado y de contar una serie de conversaciones más o menos íntimas, todas ellas tergiversadas. Como comprenderás, quedo liberada del compromiso, pero no quiero dejar de hacerte ver que, como es tu norma, publicas mi correo pero no publicas cuál fue el tuyo anterior y al que yo contestaba.
En general, me acusas  de mentir y dices que estáis cansados de mí, como siempre pluralizando para que parezca que son muchos los que opinan como tú, igual que haces al escribir en tu blog empleando el plural  como si lo que tú piensas fuera lo que piensan todos. Me deseas que siga en mi mundo de fantasía. Es una lástima que tenga que decirlo pero mi única fantasía fue la de creer que podía llegar a ser la mejor esclava para el que yo creía el mejor amo y pensar,ingenueamente, que luchaba por eso, cuando la realidad era que ni siquiera me considerabas tu esclava y te limitabas a charlar conmigo porque era divertido. El resto de mi mundo reciente ha sido un año y medio de diálisis, un trasplante, dos meses de hospitalización y otra operación de altísimo riesgo. Mientras tanto, tú te mofabas de mi hermana, a quien, por consideración a ti, encargué que te informase de mi estado y como tardó unos días en hacerlo no tuviste empacho en decirle: "Gracias por no informarme" cuando lo que te estaba haciendo era un favor y no una obligación.
También te deseo que sigas con tus fantasías, esa esperpética torre roja que ni existe ni ha existido nunca cuyas puertas imaginarias ya me cerraste más veces.

No quiero hablar de Marta porque no tengo nada contra ella y porque, al menos hasta que dejé el BDSM, tuvo una relación cordial comigo pero ya que eres tú quien lo menciona te diré que si tienes lo que casi todos los hombres suelen tener, estarás dispuesto a mostrar una prueba de que alguna vez me riera de tu relación con ella. Dame una sola prueba de que me riera de que la anillaras o, mucho peor, de que yo dijera de que tú y yo habíamos convivido juntos. También te exijo una prueba de que haya dicho a alguien que la prostituyeras o que la cedieras. Y si no la tienes, cállate. Eres un mentiroso,Santiago. ¿Ya no te acuerdas de lo que hablábamos de ella en los chats? ¿Quieres que lo publique aquí, como has hecho tú con mi email? ¿No te acuerdas ya de cuántas veces te animé a que la convencieras para que se fuera contigo a Tenerife o que fueras tú a Barcelona como al fin hiciste? ¿Cuando te daba mi opinión para aconsejarte a solucionar ciertos problemas? ¿Quieres que muestre los archivos de los chats?

Si fueras mínimamente listo sabrías que un comentario anónimo en Blogger no se puede rastrear y, por tanto, es imposible que sepas si yo te mandé alguno o no. Otra mentira. Tu esclava sí me mandó anónimos insultándome, según tú mismo me dijiste, sin tu conocimiento. Ya ves el caso que te hace y lo que te respeta. ¿Te acuerdas cuántas veces me dijiste que cerrabas el blog y yo te animaba a seguir o cuándo hace unos días (porque das a entender que no me hablas desde hace años y te interesaste por mí hace dos días) me dijiste que estabas harto y que ibas a eliminar a todos los seguidores y yo te dije que no lo hicieras, que sería una falta de consideración?

Si todas las fotos que te envié estaban trucadas por qué seguiste pidiéndome más. Incluso el día que terminó nuestra relación era la fecha límite para que te mandara otras cinco. Nunca puse una cam ni nunca la pondré porque no estoy dispuesta a desnudarme o a masturbarme delante de un tipo o a lo mejor de cien tipos a la vez que se divierten con lo que hago usando su mano a destajo.

Me extraña que siendo un Amo tan excelente y con tanta experiencia des órdenes imposibles de cumplir y no sé cómo sabes si las cumplía o no. No creo eso que dices que hacía muchos años que me habías descartado como esclava pero que seguías charlando conmigo fingiendo que sí lo era porque sería una canallada que te estuvieras cachondeando de mí mientras yo hacía lo imposible por cumplir lo que me mandabas, con tanta claridad que hasta mis padres descubrieron mi situación, como bien sabes.

Te pido una sola prueba de que yo me haya hecho pasar por otra persona alguna vez para contactar contigo. Una sola y si no la tienes cállate y no mientas. Por cierto, deja en paz de una vez a spica que no te ha hecho nada nunca.

Te hago un trato. Si eres capaz de señalar a una sola persona que te haya contado que me he reído de ti a tus espaldas, que te he insultado o engañado. Si me dices quién te ha contado que yo haya dicho que me has anillado, alquilado, subastado, prostituido, yo te diré quién me ha hablado de ti, desde Barcelona y desde Tenerife y hasta te contaré sus comentarios. Si no lo aceptas, es mejor que sigas callado.

Mira, Santiago, mentir es mandar un email a ciento diez personas a mis espaldas haciendo diez acusaciones muy graves contra mi persona, entre ellas que me dabas dinero. En el mismo email, te pedí una sola prueba de una sola de las acusaciones y se lo reenvié a los ciento diez. No fuiste capaz de aportar ni una sola prueba e incluso me dijiste que aunque las acusaciones me las hacías a mí, en realidad eran para otra persona. Ciento diez personas saben que no miento. ¡Vaya ética la tuya!

Bueno, Santiago, acabo ya. Sabes que yo no miento y que tengo todos los emails y archivos para probarlo. Lo más triste de todo es que has cometido una infamia y te has puesto en evidencia como persona porque tuve la osadía de preguntarte la dirección de correo de tu esclava o porque, cuando me la negaste, se me ocurrió mandarle un comentario totalmente amistoso al blog de tu esclava porque quería mejorar mi relación con ella. Claro que tú lo censuraste aunque le podías haber dicho que me mandara dos palabras, aunque sólo fuera por educación.

Ahora soy yo quien dentro de un rato se habrá olvidado de ti. Mientras lo hago, sólo quiero que sepas que siento vergüenza y asco de que hayas sido mi amo. 
Que tengas un buen año nuevo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Para lilith




Permíteme lilith que hoy te dedique esta entrada ya que, pese a todos mis esfuerzos no has podido saber de mi intento para comunicarme contigo. Antes, quiero darte a conocer a los que no saben de ti y decirles que tu nombre es lilith y que eres esclava del Amo Tarha.
Lilith, ni tú ni yo podemos negar que nuestra relación personal no ha sido la mejor de las posibles o que, incluso, si me apuras, ha sido mala. Y la culpa la hemos tenido las dos. Tú por qué has reaccionado de manera agresiva defendiendo a tu Amo cuando he tenido discrepancias con él, reacción lógica pero que ha llegado al insulto anónimo en comentarios en mi blog.
Yo, porque me he sentido despreciada por tu Amo mientras te ensalzaba a ti, seguro que con todo merecimiento, pero cuando se desprecia a alguien a quien se ha estado sirviendo durante cinco años y medio y se pone a los pies de otras personas que le han servido desde hace mucho menos tiempo, es doloroso. Sin embargo, yo nunca te he insultado ni de forma anónima ni con mi nombre.
Llevo un tiempo pensando que ese distanciamiento es absurdo, que las dos hemos sido servidoras del mismo Amo, yo antes y tú ahora y que no veía ningún impedimento para poder mantener una relación normal, bien de amistad o simplemente cordial. Tu Amo conoce ese pensamiento.
Hace poco recibí un comentario tuyo en mi blog en el que te interesabas por mi salud y hacías votos por una pronta recuperación y aparte de darte las gracias, fue eso lo que me dio el último impulso para tratar de acabar con lo que posiblemente era un malentendido.
El otro día le mandé un correo a tu Amo preguntándole si me podía dar tu dirección de correo para contarte todo esto y terminar con esa mala relación pero me dijo que tu correo era privativo de esa esperpéntica Torre Roja y que yo no estaba dentro y no tenía derecho a saberlo. Ni siquiera me preguntó para qué lo quería. No hace tanto tiempo, el Amo Tarha permitía que sus esclavas hablaran con otras esclavas y Amos sin censura. Se ve que con los años se va endureciendo.
Entonces, se me ocurrió poner un comentario en tu blog que exactamente decía: " He intentrado contactar contigo para un asunto que podría ser beneficioso para las dos pero tu Amo no ha estado de acuerdo. Lo siento".
Pero con lo que no contaba era con que el Amo Tarha fuese un censor. Sé que muchos de los que lean esto se llevarán las manos a la cabeza y se preguntarán cómo se puede hablar de censura en España en el siglo XXI, eso queda para mucho antes de que yo naciera. Pues sí la hay, al menos hay una persona que la ejerce. Cualquiera que le haya enviado un comentario a su blog en el que no diga lo bonito que es, el gran Amo que es, sus maravillosas y dilatadas experiencias o lo certeros que son sus pensamientos  verá que su comentario es censurado y no aparece en ningún lado. El solo hecho de hacer una crítica, por muy constructiva que sea, de expresar un pensamiento o de mostrar un estado de ánimo que a él no le parece bien, ya es motivo de censura. Bueno, allá él. Lo que no me parece de recibo es que censure tu blog sin darte la oportunidad de leer lo que se te manda, de tener tus propias opiniones sin darse cuenta de que por mucho que él quiera, tú tienes tu propio cerebro y tus propios pensamientos o, al menos, de enterarse de lo que yo pretendía con ese comentario. Estás dentro del BDSM y ejerces como su esclava pero eres un ser humano que al menos merece ser respetado como tal, pero censurar algo que va dirigido a ti es tenerte bastante poco respeto. Comprendo, que por ser tu Amo podría prohibirte contestarme pero es que ni siquiera él ha preguntado lo que quería contigo o para qué quería hablarte. A lo mejor pensaba que iba a  intentar ponerte en su contra.
Durante estos meses él y yo hemos tenido algunas diferencias. en todas las ocasiones he sido yo la que ha intentado un acercamiento, conservar lo que yo pensaba que era una amistad. Le he pedido varias veces hablar con el por chat y le he mandado muchos correos larguísimos, pero siempre ha dicho que sí pero que no. Sus respuestas eran de media linea. Su intención ha sido apartarme de su vida, todavía no sé por qué, y olvidar algo que por mucho que quiera no va a olvidar porque forma parte de su vida. Se quitó e hizo que te quitaras de seguidor de mi blog por venganza a su propia frustracion y ahora me ha quitado de seguidora del suyo porque pensará que soy una vergüenza para figurar entre todos los que tiene. Así es él. Va despreciando a todas las que han sido sus esclavas y la próxima serás tú cuando se canse de ti o tú te canses de él. ´Tendrás que ponerte a la cola justo detrás de mí pero no te impacientes porque hay muchas más por delante.
Anoche recibí dos correos suyos. En el primero decía: "Tú no tienes nada que tratar con mi gente". Un minuto más tarde recibí otro que decía: "Y ya tampoco conmigo".
Y eso sin tener pajolera idea de lo que yo pretendía. ¿No crees que te debería haber informado y animado a facilitar ese acercamiento que pensaba proponerte? ¿O por lo menos preguntarte?.
En cuanto a él qué puedo decir. Por fin ha encontrado una excusa para deshacerse de mí o para ponerme en el lado de los apestados. Bueno, si eso es lo que quería no tengo nada que objetar. Sentí una inmensa tristeza cuando con el beneplácito y el aplauso de algunos dijo en su blog que no merecía más que el olvido y el desprecio. Después de todo lo que sabe y se calla. Ahora, sé que tal vez sea lo mejor, sobre todo, porque no se puede obligar a nadie a tener sentimientos de amistad, de agradecimeinto o, incluso, de alegría al saber que se tiene una amiga.
En fin,lilith. Otro día tocaré otro tema. Tu Amo no quiere saber nada de mí porque iba a ofrecerte mi amistad. Tal vez tenga miedo de eso y por ello censure mis comentarios o mis palabras. Por mi parte, mi blog está abierto a todo el mundo, yo ni censuro ni borro, ya sean comentarios favorables o desfavorables, incluso los insultos mientas no sean vejaciones.
Sé que es posible que todo esto te dé igual, que no quieras o no te interese mi amistad, incluso que tu flamante Amo no te deje escoger. Lo sentiré mucho pero si es lo que queréis, no tengo nada que añadir. Sólo que las cosas se hacen por derecho, sin tergiversar, sin insultar, sin despreciar, sin ofender, sin manipular, sin mentir y sin creerse que se es un dios al que hay que alabar y ante quien hay que postrarse de rodillas. Aun así, dile que le tiendo la mano y que si alguna vez necesita algo de mí y puedo hacerlo que cuente con ello.

PD1.- Resulta que rebuscando en mis archivos he dado con tu dirección de correo electrónico.

PFD2-. Cuando ya tenía escrito esto he leído las entradas en su blog. Es otro tema, sin nada que ver con esto, pero mañana le responderé y si él quiere publicaremos los correos y los chats de cada uno. Ha cometido el error de anticiparse sin saber lo que yo iba a decir.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Felicidad



Quiero desear una Navidad totalmente feliz y un año 2.012 mucho mejor que el que va a terminar a todos los Amos y Amas, esclavos y esclavas, sumisos y sumisas, kahiros y kahiras y en especial a todos aquellos con los que he mantenido algún tipo de relación, con los que he hablado o escrito. A los que siguen este blog y a los que se molestan en escribir comentarios que a veces no contesto pero que agradezco siempre. Y fuera de este mundo quiero ampliar la felicitación a mis médicos, sin los que seguramente no estaría viva, a mis compañeros, a mis amigos y a todos los que tienen un problema, una necesidad o una enfermedad.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Entre mujeres




Desde hace unos años tengo una amiga a la que conocí en mi último año de Universidad con motivo de una fiesta de cumpleaños de otra persona y con la que he estado saliendo desde entonces. No es que saliéramos todos los días pero sí de vez en cuando, en unas ocasiones las dos solas y en otras formando parte de algún grupo. Hasta que no pasaron varios meses no supe que mi amiga (digamos María) era lesbiana y eso porque me lo dijo ella misma una tarde en que salió la conversación. Lo cierto es que su tendencia sexual no afectó para nada a nuestra amistad, pienso que cada cual puede pensar como quiera y todas las posturas en materia sexual me parecen igualmente respetables.
Un día me preguntó si quería que fuéramos a un bar de chicas. Me sorprendí un poco pero me pudo más la curiosidad y le dije que sí. Fuimos a un bar cuyo nombre no recuerdo pero que estaba decorado totalmente en blanco y negro, muy bonito y original. Tenía una barra atendida por dos chicas, una pequeña pista de baile y algunas mesas con sus asientos. Aunque había gente no estaba lleno. Mi amiga y yo nos pusimos en la barra y pedimos una bebida y empezamos la típica charla sobre el local y el ambiente de esos sitios. Estoy convencida de que las dos chicas que servían la barra y toda aquella que nos viera pensaría que yo también era lesbiana y debo decir que ese pensamiento me producía cierto morbo.
Llevábamos ya un buen rato allí cuando se nos acercó una chica muy guapa que saludó a María. hablaron unos segundos y luego María me presento a mí. Nos besamos en las mejillas y estuvimos hablando un ratito al cabo del cual nos propuso ir a un sitio que según ella era mucho más interesante.
En verdad lo era. Un sitio más íntimo, oscuro, con música suave, parejas en la barra y rodeando la pista de baile. Todas chicas por supuesto. Algunas cogidas de la mano y algunas besándose discetamente en algún rincón. Ocupamos un sitio en la barra e inciamos alguna conversación. La verdad es que empezaba a notarme nerviosa, nerviosismo que aumento cuando Alba nos preguntó si éramos pareja. María le dijo que no, pero no le dijo que yo no era lesbiana y no sé por qué absurda razón, a mí me dio vergüenza aclararlo, tal vez porque me hubieran reprochado estar en un lugar como aquel.
Lo que ocurrió después fue algo que no había previsto. Alba me invitó a bailar, María me animó a hacerlo y yo lo hice y durante el baile Alba me besó, las dos de pie en una esquina. No la rechacé pero tampoco la besé pero cuando volvió a repetir el beso yo también lo hice y nos estuvimos besando durante un  instante.
Algunos días después recibí una llamada telefónica suya para invitarme a una fiesta en una casa que tenía en una urbanización cercana. No sé si acerté pero le dije que sí. Durante los días siguientes me sentí nerviosa y excitada pero un par de días antes me volvió a llamar para decirme que había ocurrido algo y que la fiesta se posponía para más adelante. No puedo decir que sintiera alivio ni tampoco desilusión. Tal vez indiferencia.
No volví a saber de ella aunque he seguido viendo a María, ni he vuelto a tener ningún contacto lésbico por pequeño que sea, pero a veces fantaseo pensando qué hubiera ocurrido si llega a celebrarse aquella fiesta.


domingo, 4 de diciembre de 2011

Nostalgia



Dentro de unas semanas va a llegar la que para mí es una de las épocas más tristes del año. Ya sé que a muchos, esta aseveración les parecerá ridícula o pensarán que estoy loca o que soy la persona más rara del mundo, pero lo cierto es que la Navidad me produce una gran tristeza y no consigo asociarla a esa explosión de alegría, la mayor parte de las veces ficticia, que expresa casi todo el mundo. En Navidad me siento mucho más sola que en cualquier otra fecha del año, me vienen a la mente los recuerdos tristes, los seres queridos que han muerto y me invade un pesimismo al que, a pesar de todo, no le encuentro explicación. Y no es el hecho de que los dos últimos años los haya pasado enferma porque antes de eso ya me sucedía lo mismo. Tal vez es que no encuentre una razón para tener que estar obligatoriamente contenta o quizá es que son unos días para pensar, para echar el recuerdo atrás y para hacer balance de lo que ha ocurrido en el año y que la mayor parte de esas cosas no se pueden compartir con nadie.
Este año me gustaría pasar una Navidad diferente. Me gustaría invitar a cenar a mi mesa a todos aquellos que han tenido algo que ver conmigo dentro del BDSM. Invitar a Amos y Amas, esclavos y esclavas con lo que, de alguna forma, me he relacionado. Sé que deberíamos unir varias mesas y que entre todos elegiríamos a alguien para que presidiese la cena y que antes de eso hubiésemos hecho una votación para elegir el menú. Cada Amo y Ama tendría dos votos y cada esclavo y esclava uno solo. Creo que esa sí sería una buena Navidad, una excelente Nochebuena y que cada uno contaría cómo le ha ido el año y sus proyectos para el futuro. Lástima que no se pueda reunir a tanta gente y que sólo sea una idea para ver si este año la Navidad es diferente para mí.


martes, 22 de noviembre de 2011

Pija, xenófoba y prepotente



Durante los últimos años he tenido un amigo con el que básicamente, me he relacionado por Messenger y correo electrónico, ya que vivimos en lugares alejados. Durante ese tiempo, hemos compartido vivencias, preocupaciones, experiencias y algunos secretos más o menos íntimos, más revelaciones mías que suyas. pero desde hace unos meses nos fuimos distanciando sin que haya existido una razón clara o una discusión. Nunca perdimos el contacto pero ya no era lo mismo e incluso, empezaron a aparecer algunos reproches.
Hace un par de semanas, antes de mi revisión, le envié un correo para ver si podíamos encontrar la razón de ese distanciamiento y casi de manera inmediata recibí su respuesta.
Voy a obviar algunos consideraciones por ser más personales y por no tener relación con el asunto que cuento pero entre sus agravios, todos ellos sorprendentes desde mi punto de vista, estaban los siguientes:
Me decía que yo, una chica sencilla y comedida, me había convertido en una niña pija que miraba por encima del hombro a la gente. No es cierto. Si se define a una pija como alguien que en vestuario, modales o lenguaje maanifiesta gestos de clase acomodada he de decir que en el noventa por ciento de las ocasiones visto vaqueros y camisetas o jerseys, comprados en grandes almacenes o tiens para gente joven, no creo que mis modales o mi lenguaje tengan nada especial y no puedo considerarme de clase acomodada porque no tengo un euro al estar sin trabajo.
Pero lo más sorpredente, incluso inverosímil, fue lo que vino después. Me dijo que despreciaba a los inmigrantes y a las limpiadoras (textual) y que eso se veía en los escritos de mi blog, en mis correos y en mi forma de comportarme. He leído todas las entradas del blog y no he encontrado nada en contra de esas personas.
Contaré una anécdota: Hace años, cuando estudiaba en la Universidad, estuve saliendo durante varios meses con un compañero de curso, un chico de raza negra originario de Senegal. Luego, la cosa no funcionó por otros motivos pero aún hoy me comunico con él de vez en cuando, en su país donde ejerce como médico.
Tengo varias amigas sudamericanas e incluso he trabajado con alguna y en mi época de esclava también conocí a otras con las que me he llevado muy bien. En cuanto a lo de caerme mal las empleadas de la limpieza no merece comentario alguno.
Una de las últimas acusaciones es la de no comulgar con la forma de actuar del movimiento M15. Ese fue el tema de la primera entrada del blog en la que decía que si bien estaba de acuerdo con alguna de sus propuestas, no lo estaba en la forma de exponerlas ni con las que me parecían utópicas y sin sentido. En cualquier caso, alejarse de un amigo porque no le gusten algunas características de ese movimiento de protesta es lo mismo que romper una amistad porque uno es socialista y el otro popular.
Es sorprendente tildar de prepotente a alguien que ama el BDSM como esclava y que disfruta sintiéndose sometida.
Durante este tiempo he tratado de mantener esa amistad y aún hoy estoy dispuesta a hacerlo. Después de ese correo, le envié otro tendiéndole la mano. Extendí un puente entre su orilla y la mía y lo recorrí hasta la mitad esperando que él hiciera lo mismo y pudiésemos encontrarnos en el centro.
Y ahí estoy, esperando, aunque la verdad es que no creo que consiga nada. Es posible que mi amigo tenga otras cosas más importantes que hacer que relacionarse con una pija, xenófoba y preprotente o que tenga otras amistades que le reporten más satisfacciones que yo. Pero no pierdo la esperanza y la verdad es que me gustaba su amistad.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Me olvidaré de ti



Me olvidaré de ti
te cambiaré de nombre
y te pondré otro rostro

serás en otra forma
y seguirás latiendo

existirás
sin saberlo a ciencia cierta

te amaré de otra manera
más profunda
más segura

y el tiempo
al pasar con su soplo
apagará tu fuego
ya ni siquiera llama

no podrás reconocerte
nunca más en mí
ni atravesarás de nuevo
la grieta luminosa de mis noches

serás todo ausencia
olvido
cuerpo desglosado
nube

solo me quedará
el tacto de tu piel en la memoria
el tacto de tu piel guardado como un tesoro
para mis manos solas

ellas sabrán
mas no yo.

                                                       Pilar González España

lunes, 31 de octubre de 2011

Solamente un sueño



A veces sueño que me inicio en la esclavitud, no que vuelvo a ser esclava sino que empiezo de cero, como si fuese mi primera vez. Sueño que he encontrado a un Amo y que he averiguado que le gusta lo mismo que a mí. Quiero decir que le gusta lo que me gusta a mí dentro del BDSM. Y pactamos unas condiciones. No tendremos límites, porque en mi sueño gozo de una buena salud, seré su esclava para todo y él será mi Amo y la única persona con la que me relacione.
Lo que ocurre es que paso la mayor parte del tiempo sin hacer nada porque tengo que seguir adelante y eso me da la oportunidad de pasar mucho tiempo pensando. Pero hay veces en que el pensamiento se transforma en sueño y entonces, cierro los ojos y veo a mi Amo adiestrando a su sierva para convertirme en la esclava más sometida, sumisa y humillada que pudiera imaginarse.
Sueño que vivo en una mazmorra, en la mazmorra de mi Amo y que allí siento el placer mío y suyo cuando el látigo cercena mi piel, el dolor intenso que, poco a poco, va desapareciendo porque soy consciente de que estoy sirviendo a mi Dueño, que no me queda un resquicio de libertad.
Sueño que mi Amo también me cuida y me mima y que piensa que soy imprescindible en su vida. Que me alienta para proseguir y que me anima cuando algo sale mal, aunque también es el que me castiga cuando no cumplo mis obligaciones, cuando no estoy a la altura en la que él cree que debo estar. El que me insulta y me humilla, el que hace de mí una perra o una puta, el que me exhibe sin miramientos, el que presume de tener una esclava que no sirve más que para ponerse a sus pies.
Luego, cuando, por fin, abro los ojos y me doy cuenta de que sólo ha sido un sueño siento la infinita tristeza de la que sabe que hay sueños que nunca se convierten en realidad. y que éste se quedará en lo que siempre ha sido, una manera de disfrutar de algo de lo que nunca disfrutaré porque mi reto ahora no es ser esclava sino sobrevivir y porque no quiero estar haciendo perder el tiempo a un Amo que tiene otras prioridades y que sabe que nunca daré la talla.

lunes, 17 de octubre de 2011

Javi y Moscú



Ayer domingo recibí una visita sorprendente o, cuando menos, absolutamente inesperada. Fue la de mi ex-novio Javi que vino a interesarse por mi salud. Algunos dirán que no es tan raro que un antiguo novio vara a ver a su ex-chica porque se acaba de operar de algo muy serio, pero si digo que Javi y yo rompimos hace casi seis años, entonces la cosa cambia. De todas formas, nunca nos hemos tirado los trastos a la cabeza y durante estos años hemos mantenido una relación cordial e, incluso, hemos salido juntos en alguna ocasión formando parte de distintos grupos.
Javi y yo fuimos novios durante casi tres años y en la conversación que mantuvimos ayer, salió a relucir, en un momento dado, el viaje que hicimos juntos a Moscú. Podéis imaginar  la cara y los comentarios de mis padres cuando, con veinte años y estudiando medicina, les dije que me iba a Moscú con mi novio. Era una oportunidad  que no podía desperdiciar. Él iba enviado por su empresa y con sus dietas y algo más que pusimos de nuestros bolsillos estuvimos allí durante una semana por una cantidad bastante económica.

Moscú es, junto con Peking y Shanghai una de las tres ciudades de entre todas las que conozco que son absolutamente diferentes a como había imaginado antes de conocerlas. Se habla de París, de Londres o de Roma y más o menos te imaginas cómo son y cuando las ves te das cuenta de que lo que imaginabas es muy parecido a la realidad. Pero en Moscú no es así. Yo tenía el estereotipo de una ciudad fría y desangelada (nosotros fuimos en verano) con poca gente en las calles, pocos coches, grandes avenidas, autopistas flanqueadas por vetustos bloques de edificios de la época soviética y un ambiente gris y aburrido.
Pero me equivocaba. Por supuesto, esas avenidas y esos bloques existen pero el centro de la ciudad nunca lo había imaginado como es en realidad. Hoteles de superlujo, tiendas de superlujo y gente que, al menos en apariencia, vive en el superlujo. Calles llenas de Mercedes, Audis o BMV. La calle Arbat, preciosa y peatonal, flanqueada de tiendas, heladerías y cafeterías con sus correspondientes terrazas y puestecillos en el centro donde venden las famosas matrioshkas, iconos y otros recuerdos para los turistas.
La calle Tverskaya, la principal de Moscú, llena de tiendas, restaurantes y una increible tienda de alimentos donde piensas que debe costar dinero el solo hecho de entrar. La plaza Pushkin con uno de los restaurantes más antiguos de Rusia, el teatro Bolshoi, que estaba en obras, una ciudad llena de parques y jardines, centros comerciales subterráneos y, por supuesto, el Kremlin.
En mi ignorancia pensaba que el Kremlin lo constituían una serie de edificios donde se albergaban las dependencias del gobierno, pero en realidad es un grandísimo espacio rodeado en parte por una muralla y donde también hay varias iglesias, jardines y magníficas vistas al río. Como curiosidad, diré que en el recinto del Kremlin hay unas rayas en el suelo pintadas de blanco, como las que dividen las carreteras, pero están aleatoriamente distribuidas y, francamente, no sé para qué sirven. Están en las calzadas y en las aceras pero lo curioso es que cuando vas paseando por allí si pisas la raya o la traspasas, para criuzar la calle por ejemplo, inmediatamente oyes el silbato de un policía que con la mano te hace gestos para que vuelvas al sitio correcto. Ni idea de por qué.
Un lado de la muralla del Kremlin es la que da a la famosa Plaza Roja, bastante grande, a la que se entra y de la que se sale a través de un arco que componen varios edificios rojos, aunque a veces la policía cierra la plaza y la mantiene cerrada unas horas hasta que la vuelve a abrir. Al otro lado de la plaza está la catedral de San Basilio. En la muralla está la tumba de Lenin. Bastanta soprendente también. Hay que bajar varios tramos de escalones (por supuesto antes has tenido que dejar cámaras de video, de fotos, móviles, bolsos y todo lo que lleves en las manos). En cada tramo de escalera hay un soldado que con el dedo en la boca te conmina a que guardes silencio aunque vayas sola y no hayas abierto la boca. Por fin, al final, hay una urna de cristal, todo muy oscuro y frío y dentro de la urna está el cadáver de Lenin, si es que en realidad es Lenin y no un muñeco de cera. No te puedes parar, rodeas la urna y te vas.
Frente a la muralla de la Plaza Roja está GUM, que es un centro comercial de lujo y por todo lo alto, con tiendas, cafeterías y restaurantes, todo carísimo (Un botellín de agua mineral nos costó seis euros en 2005). Detrás del centro hay muchas calles estrechas y cuidadas por las que se puede llegar a otra zona mucho más grande y concurrida.
Moscú es una ciudad muy cara, dicen que la más cara del mundo y, sin embargo, da la impresión de que no es así; las chicas visten a la última, y todo el mundo lleva en las manos bolsas de grandes firmas (A lo mejor las llevan vacías) La verdad es que no sé cómo lo hacen. Por mi profesión pregunté a un guía lo que ganaba un médico y me respondió que entre 150 y 200 dólares al mes. ¿Cómo pueden comprar?  ¿Cómo puede haber tantos bares de música, tantas discotecas? Javi me dijo que la corrupción lo arregla todo, pero no sé.
Con corrupción o sin corrupción no todo es lujo y también hay mucha miseria. Es impresionante ver a niños  y niñas entre 8 y 14 años vivir en la calle o en las estaciones del metro, pidiendo o robando ( a nosotros nos birlaron una cámara de fotos), inhalando pegamento de bolsas de plástico, hambrientos, sucios y sin que nadie les haga el mínimo caso. Todo el mundo pasa a su lado y a nadie parece importarle. Seguramente es que no es oro todo lo que reluce.

domingo, 16 de octubre de 2011

Gracias por el premio


Mi agradecimiento a carmesi y su blog por otorgarme este premio qte tanto agradezco, no sólo porque recibir un premio a una labor es ya una satisfacción en sí sino por obtenerlo en una época que ha sido difícil para mí.

He sabido que hay que designar siete blogs a los que les otorgo este premio y aunque para mí es difícil porque casi siempre visito los mismos, aquí va la lista


Aprendiendo sumisión

Esencia sumisa

Confesiones de spìca

Simplemente.-.. Monah

Casquivana

Arte BDSM

Directorio Blogs BDSM

domingo, 9 de octubre de 2011

El regreso



Hola a todos.
Hace unos días salí del hospital una vez realizada la intervención que necesitaba y deseo dar las gracias a todos los que se han interesado por mí en estos días, ya sea de una forma o de otra. A los que me han escrito decirles que tengan un poco de paciencia y que no tomen a mal que no les haya respondido pero estoy tremendamente cansada y con una difícil recuperación por delante. Lo haré en los próximos días. Según me han dicho, las cosas han salido bastante bien, aunque todavía me queda un largo camino por recorrer.
De forma más privada quisiera responder a dos amables comentarios que han hecho en mi ausencia.
A Carmesí decirle que estoy totalmente de acuerdo con ella y que lo único que pretendía decir en mi entrada era que, en mi opinión, toda sumisa que tiene un Amo es una esclava con todas las consecuencias y que cualquier persona puede ser sumisa sin tener ningún Amo.
A Jolucarsan que también estoy de acuerdo con lo que me dice y que lo normal es que cada esclava tenga el Amo que más se acerca a sus deseos y cada Amo a la esclava que más se ajuste a lo que él pretende de ella.
En estos días ha brotado una nueva esperanza para mí que espero sea la definitiva. Gracias a todos y muy pronto seguiré publicando las tonterías que se me ocurran.



viernes, 30 de septiembre de 2011

Actores del BDSM. 5.- El Amo



Uffff!!!! Éste sí que es difícil.
Empezaré diciendo el tipo de Amo que me gusta a mí personalmente para seguir después con los que no me gustan o, incluso, con los que no soporto.
Me gusta que el Amo sea duro, implacable, que su sola presencia, su voz o el hecho de saber que lo tienes al otro lado de una pantalla, te imponga y haga que, sólo por eso, te sientas ya sometida. Me gusta que un Amo no le pase una a su esclava, que la domine porque tiene ese don y porque sabe hacerlo, no a fuerza de castigos o malabarismos. Pero también me gusta que sea inmensamente justo. Que no le dé a la esclava órdenes imposibles de cumplir y, sobre todo, que si da una orden o establece una norma, sea la que sea, la mantenga hasta el final y no se vuelva atrás. Para ello, tendrá que pensar antes muy bien lo que va a mandar y una vez que haya decidido llevarlo adelante no volverse atrás. Me gusta que imponga su autoridad por sí mismo y me gusta que sepa lo que hay que hacer y no presuma de lo que cree que sabe pero no sabe hacer.
Por el contrario, no me gustan los Amos blandos, débiles y, sobre todo, influenciables y que nadie se extrañe cuando digo esto, porque hay Amos sobre los que, incluso, su esclava puede influir. No me gustan los Amos que mienten ni los que se creen que porque son Amos no tienen que prestar a sus esclavas la misma atención e idéntica dedicación que la que sus esclavas le prestan a ellos. No me gustan los Amos que no dedican tiempo ni los que son injustos, los que dan marcha atrás, los que no saben dominar ni someter a sus esclavas. También sé de muchas esclavas que no se sienten sometidas por sus Amos.
A veces he hablado con Amos a través de Internet, Amos que no eran los míos y su sola manera de expresarse ha sido suficiente para que sintiera respeto y sometimiento hacia ellos, no para obedecer una orden, sino como una sensación personal.
Sin embargo, he hablado con otros a los que desde el primer minuto se les notaba que no sabían de qué estaban hablando.
Dejo para el final a aquellos Amos a los que no soporto y de los que se debe desconfiar desde el primer momento.
Los que ya en la primera conversación te piden una foto (Por supuesto vestida). Si se la mandas, antes de una semana te habrán pedido una desnuda.
Los que desde el primer día quieren saber tus datos personales.
Los que desde el principio te piden un número de teléfono o los que ya en la primera conversación te preguntan si tienes una cam.
Por último, al menos que me acuerde, no soporto a los Amos que creen que una esclava es una puta de la que pueden disponer a su antojo gratuitamente; los que basan el BDSM (ninguna letra significa sexo) en el sexo y esa es su única preocupación. Creo que el sexo es una parte más del BDSM y que una esclava debe sentirlo como una muestra más de su ofrecimiento al Amo pero ni la más importante ni mucho menos, la única.
Para finalizar, referirme escuetamente a esos Amos o que se las dan de Amos, que un día desaparecen sin dejar rastro y sin explicación y no vuelven a dar señales de vida.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Actores del BDS. 4.- Los switch



Si quiero ser sincera conmigo misma he de decir que nunca he entendido el papel de switch en una relación de BDSM. Las podría comprender como parte del juego al que se entregan algunas parejas prestablecidas para las que el BDSM es una forma más de pasar el rato y les gusta dedicarse a ello más o menos esporádicamente, desarrollando los papepeles de Dominante y de esclava según las circunstancias o según el deseo de ese momento. Dedican un tiempo a la relación pero no le dedican la vida o la parte más importante de sus vidas. Si no fuera así, resultaría totalmente incomprensible que una persona se sintiera al mismo tiempo Dominante y sumiso, Amo y esclavo. No conozco a ningún  Amo que quiera ser esclavo como tampoco conozco a ningún sumiso que quiera ser Amo hasta el punto de intercambiar sus papeles de forma momentánea y a la siguiente ocasión volver a su estado primitivo.
Otra cosa es que un Amo/a o un esclavo/a, descubran que prefieren ejercer el papel opuesto y así hay Amos que han decidido ser esclavos y hay esclavos que han decidido abandonar la sumisión y el sometimiento y dedicar sus pensamientos y sus energías a convertirse en verdaderos Amos, tal vez porque habían confundido sus papeles o quizá porque habían descubierto sus verdaderos sentimientos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Actores del BDSM. 3.- La kahira



Durante muchos años mi máximo anhelo en el terreno del BDSM y, probablemente, en cualquier terreno de mi vida, ha sido llegar a ser una kahira.
Pero estaba equivocada. Siempre había pensado que ser kahira era lo máximo a lo que podía aspirar una esclava porque creía que la kahira era una súper esclava, la más baja, la más humillada y, por supuesto, la más sometida.
Un día descubrí que eso no era cierto. Ese día averigüé que la kahira es un ser de ficción que procede de un planeta de ficción, descrito en veintitantas novelasde ficción. En ese planeta, a la esclava del Amo se le llama kahira. Fue tal mi sorpresa cuando supe aquello que durante los últimos meses o, quizá, el último año, he leído decenas de artículos sobre el planeta Gor y sus habitantes y varios libros, entre ellos, Slave girl of Gor y Captive of Gor del propio John Norman. Lo cierto es que los conceptos y las características son muy distintos den unos autores a otros. En general, la mayoría sostiene que el mundo goreano y la esclavitud goreana tienen muchísimas diferencias y algunas coincidencias con el BDSM terrestre. Con toda franqueza, yo le he visto muchas similitudes y me ha sorprendido constatar que varios expertos exponen que la relación entre el Amo y la kahira goreana no es sana ni segura ni consensuada. El propio Norman escribe en uno de sus artículos (No en una novela) que el Amo tiene todo el derecho del mundo a matar a su kahira.
Pero dejando a un lado esa parte del tema, lo que realmente parece es que , obviando el lenguaje pomposo y un poco artificial de la relación goreana, en esencia el papel y la situación de la kahira (por cierto Normas emplea el término kajira) viene a ser el mismo que el de la esclava. He leído que la kahira debe llevar un collar y estar marcada al fuego ¿Y una esclava no? Que debe obedecer todas las órdenes, vestir de una manera determinada, llamar al Amo de determinada forma. Que su nombre puede ser cambiado por otro, que debe pedir permiso para todo y perdón cuando se equivoca. Que sólo puede vestir como se le ordena y que no tiene derechos, es decir, que puede ser vendida, cedida, castigada, que debe obedecer todas las órdenes y que el único motivo de su existencia es satisfacer y hacer agradable la vida a su Amo. ¿Y la esclava?. He comprobado que el lenguaje, los tratamientos, los castigos y un larguísimo etcétera son los mismos y que una kahira y una esclava lo son todos los minutos de su día. Y yo me pregunto si todo eso no es lo mismo qué es lo que hacen las esclavas.
En la publicación KajiraDreams se dice primero que la kahira no presenta una sumisión hacia su Amo, sino que esta rendida a él y un poco más abajo dice que la sumisión de la kahira no tiene vuelta atrás.
También he leído cosas tan peregrinas como que una kahira cumple las órdenes por sí misma y que a una esclava hay que dárselas. Por ejemplo, una kahira sabe que no puede comer los lunes y a una esclava hay que ordenarle que no coma los lunes Primero, no sé cómo lo sabe si no se le ha ordenado y segundo me parece que es lo mismo.
Que nadie piense que hago una crítica a nadie y tanto las kahiras goreanas como las que no lo son me merecen el mayor respeto del mundo. Reconozco que durante un tiempo me sentí frustrada por no haber podido serlo pero sólo hasta que averigüé lo que después supe. No me interesa el mundo goreano y si
sí me interesa una esclavitud real, con una dedicacion absoluta al cien por cien a su Amo. Si a eso también se le llama kahira yo quise ser una kahira; si a eso se le llama simplemente esclava yo he sido una esclava.
Hoy sé que ser kahira es una opción comparable a la de ser esclava si se quiere dar dos nombres para una misma cosa. A no ser claro, que hablemos de Gor y de ficción.

Aprovechando esta entrada quiero felicitar a la kahira goreana esencia sumisa por su bellísimo blog.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Actores del BDSM. 2.- La esclava



Es, junto al Amo, la protagonista de cualquier relación de BDSM. Sé que hay tantas diferencias entre una esclava y otra como esclavas hay en el mundo pero lo que pretendo en esta entrada es dar mi propia opinión y lo que yo creo que debe ser una esclava.
Para mí, una esclava es alguien que se entrega a otra persona al que desde ese primer momento considera como su Amo y su Dueño, al cual le cede todos los derechos que, como ser humano, pudieran corresponderle. La esclava en la que yo creo lo es las veinticuatro horas del día todos los días del año. Eso no quiere decir que haya que estar todo el día siendo azotada, humillada o corriendo de un lado para otro. Unicamente ha de hacer lo que su Amo le ordene y si no le ordena nada no debe hacer nada, lo mismo que si le deja libertad para lo que sea  o durante el tiempo que sea, debe usar esa libertad porque también es una orden de su Amo. Tan esclava es la que debe ir sin ropa interior o ropa interior de castigo como la que lleva ropa interior de un prestigioso diseñador si ese el el deseo de su Señor. En mi caso personal, por ejemplo, nunca se planteó la posibilidad de que dejara de estudiar o de trabajar pero si mi Amo me lo hubiera exigido, una de dos, o habría tenido que dejar de estudiar o trabajar o habría tenido que dejar la relación.
Una esclava es alguien que no tiene derechos porque sus derechos los ostenta su Amo, ni poder de decsisión para nada porque su Amo decide por ella ni intimidad porque no puede esconder nada y los únicos límites que deben existir son las acciones que sean ilegales o las que atenten contra la salud de la esclava.
Esa es la esclava que me interesa y hasta ahí me habría gustado llegar a mí. Sé que en el BDSM se pueden dar todo tipo de relaciones y tan aceptables pueden ser unas como otras pero personalmente no concibo una esclava que dedique a su Amo un rato al día, algún día a la semana o cuando ambos lo acuerden así. Eso, tal vez, sería adecuado para parejas estables o para aquellos que se aman, tal como se ha comentado ya en otras ocasiones. Pero aparte de eso, sólo concibo a aquella esclava que se pone en manos de su Amo el cien por cien del tiempo, con el cien por cien de intensidad y cuyo único derecho, porque si no estaríamos en la esclavitud africana del siglo XIX, es dar por terminada la relacion.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Actores del BDSM. 1. La sumisa



Desde mi punto de vista, la sumisa, sin apellidos y sin más aclaración, no debería formar parte del BDSM. Ser sumisa es mostrar una actitud ante la vida y el que es sumiso o sumisa lo es ante casi todas las circunstancias de la vida, ante innumerables situaciones o ante un gran súmero de personas, por no decir todas las personas, incluyendo, sus amigos, sus novios, su marido o quien sea. La sumisa posee una caracterñistica o una personalidad determinada pues no es alguien que se somete voluntariamente a otrqa persona para que controle  su vida. Poniendo algunos ejemplos no del todo cercanos, la sumisa es como la tímida o la rebelde .
La personalidad sumisa es una personalidad obediente que no discute o si lo hace, se doblega a la otra parte, se cree inferior a los demás y le gusta que la manden porque piensa que los demás son superiores. Pero lo más importante es que la sumisa no tiene un Amo o, al menos, un Amo concreto.
Ya sé que en muchos ambientes del BDSM se cataloga a la sumisa como alguien que todavía no ha alcanzado los conocimientos necesarios o la confianza suficiente para ser esclava. ¿Pero no puede ser que esa deconfianza o ese temor de la sumisa sea la excusa para entregarse sólo unn poquito, esperar a ver qué pasa? Y por el contrario ¿no será que el QAmo cnsidera sumisa a alguien mientras la prueba o mientras se decide a aceptarla como esclava? en mi opinión, eso no es ser sumisa, eso es ser esclava de manera parcial o practicar el BDSM como un juego.
Si, dentro del BDSM, una persona tiene un Amo al que serrvir, esa persona es una esclava, se diga lo que se diga. Podrá decirse que tiene una mayor o menor dedicación, más o menos límites, aunque como diré en la siguiente entrada, mi pensamiento es que cuando se decide o consensúa ser esclava de un Amo debe hacerse con todas las consecuencias.

domingo, 11 de septiembre de 2011

En diferido



Esta tarde ingresaré en el hospital para someterme a mediados de semana a una intervención quirúrgica por una complicación seria de mi anterior percance de salud. No sé cuánto tiempo estaré fuera de circulación así que para no dejaros tranquilos he escrito unas cuantas entradas que mi hermana irá publicando en diferido y periódicamente en el blog. Genéricamente, todas ellas van a tratar sobre los actores o protagonistas del BDSM y en ellas daré mi opinión sobre lo que me parece de cada uno.
Quiero decir que lo que escribo es solamente mi opinión sobre los protagonistas del BDSM y en ningún caso un dogma de fe de modo que cualquier otra opinión, por muy contraria que sea, será tanto o más válida que la mía. Hablo de ello de forma genérica y en ningún momento me refiero a nadie en concreto.

Ya en un terreno más personal, quiero dar las gracias a todos los que, ya sea en este blog, por correo electrónico, en Messenger o de cualquier forma me han manifestado su apoyo y me han dado sus ánimos para que se me pasen un poco los nervios que tengo. También quiero dar las gracias a los que, por olvido, exceso de trabajo o cualquier otra cicunstancia no me han dicho nada pero de los que sé que desean que me restablezca lo antes posible. Y por supuesto, a los que no sabían nada porque estoy segura de que también lo desean.
Hasta pronto.

Profesores y alumnos



Cuando yo estudiaba en la Facultad, a los Catedráticos y a los adjuntos les llamábamos Profesores. Profesor Varela; Profesor Santamaría; Profesor Leal y así a todos. Eran como unos dioses y como unos ejemplos para nosotros que deseábamos saber tanto como sabían ellos. A algunos se les apreciaba sinceramente mientras que a otros se les apreciaba un poco menos.
Si ahora me encontrase con cualquiera de ellos en la calle o en un pasillo de algún Hospital Universitario no le diría: "Hola, Pepe, qué alegría verte", ni "Te has puesto más gordo, Jesús", ni siquiera "Buenas tardes, colega". Le diría "Que alegría verle, Profesor Varela" o " Esta usted igual de joven que siempre, Profesor Santamaría" o, si hubiera sido alguien más cercano a mí, tal vez sólo le trataría como Profesor, sin añadir el apellido.
Ahora, somos compañeros de profesión, yo ya no soy su alumna pero ellos sigue siendo mis Profesores o, si se quiere, solamente, el Profesor.
Pues eso.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Eran otros tiempos


Ayer le escribí un largo email a un amigo y era mi intención haber adjuntado este video con una canción que era de nuestras preferidas. Como me ocurre tantas veces se me olvidó hacerlo y lo pongo aquí ahora por si alguna vez se pasa y quiere escucharla. No sé si lo seguirá siendo para él pero para mí sigue siendo una de las más bellas que conozco.

lunes, 5 de septiembre de 2011

La esclava noa



Hoy quiero hablar de la esclava noa y lo primero que tengo que decir es que ha tenido muy poca suerte. Tuvo que abandonar la relación de esclavitud que mantenía debido a una grave enfermedad, fue intervenida quirúrgicamente y cuando otra vez empezó a sentirse bien se le presentó la oportunidad de iniciar una nueva con un Ama que estaba empezando su andadura como Dominante, el Ama Nayla. Todo comenzó casi como una broma, el Ama Nayla que empezaba y noa que se ofreció a ser su primera esclava.
Dadas las circunstancias, la salida de la reciente enfermedad y un estado físico no demasiado estable se estableció una relación relativamente tranquila, aunque esa tranquilidad apenas duró unos días. Noa se convirtió en una esclava total, veinticuatro horas a disposición de su Ama y sin otra obligación que la de servirla todo el tiempo y de obedecer cualquier orden que recibiera. Así la relación se convirtió en total, sin límites y sin resquicios. Noa se levantaba y empezaba a cumplir las órdenes de su Ama ya en la ducha y a partir de ahí durante todo el día. Por las mañanas iba a servir a una casa por orden de su Señora durante tres horas y dos veces a la semana debía someterse a una sesión real en la que, si bien no estaba presente el Ama debido a la distancia, sí había una persona encargada por ella a la que iba dando las órdenes que esa persona aplicaba a la esclava. Noa fue azotada físicamente y de las más variadas formas, fue  colgada y fue sometida a bondage. Una vez a la semana debía someterse a su rol de perra conviviendo con otros perros, comiendo y bebiendo con ellos.
Desgraciadamente, la relación no duró más que dos meses. Una vez noa le dijo a su Ama que iban a comenzar un experimento, palabra que a ella no le gustó nada por lo que tenía de desconfianza. Pero no era eso lo que noa quería decir; ella sabía que estaba enferma y que lo que estaba haciendo se hallaba fuera de sus posibilidades. Por eso tildó de experimento saber si su salud le iba a permitir proseguir la relación o no. Y no se lo permitió.
Una tarde, noa, en medio de una sesión, empezo a sentir que se ahogaba, que estaba mareada y confundida y le dijo a la persona que dirigía la sesión que le preguntase al Ama si podía dejarla. La respuesta fue enteramente positiva y noa abandonó aquella sesión.
Ese fue su último acto como esclava. Una nueva complicación de su primitiva enfermedad la va a llevar al quirófano de nuevo y sea cual sea el resultado, para ella no habrá más esclavitud. Sé que fue feliz, que disfrutó y que hizo disfrutar a su Ama pero duró tan poco que casi no dio tiempo a nada.
Ahora noa ya no existe y nunca más existirá y es que, desde ahora, solamente usará su verdadero nombre.


miércoles, 31 de agosto de 2011

El primer día de una ex



Salgo de casa para reunirme con un par de amigas con las que he quedado por teléfono hace un rato para dar una vuelta, charlar un poco y tomar algo por ahí. Me he arreglado en muy poco tiempo, el maquillaje y el vestuario, pues no tenía previsto salir hasta que he recibido la llamada de mis amigas. Alcanzo el ascensor y mientras espero su llegada me doy cuenta por primera vez de que llevo puestos unos vaqueros estrechos, lo que me deja sorprendida. Ya en el interior del aparato, le doy al botón para bajar y aprovecho que estoy sola para comprobar que bajo los vaqueros, llevo mi ropa interior y también una camiseta negra y, por dentro, un sujetador.
Ya en la calle, espero al autobús y cuando subo a él, encuentro un asiento libre en la parte delantera que ocupo y me entretengo mirando las calles y a la gente que sube y baja , aunque he de reconocer que mi primer impulso ha sido el de quedarme de pie en la parte trasera y no levantar la mirada del suelo.
En el centro me encuentro con mis amigas. Decidimos visitar algunas de las tiendas donde venden ropa apropiada para nosotras. En casi todas, nos probamos alguna prenda y en una muy conocida me compro una camiseta que me ha gustado, por treinta y cinco euros. Nada mal porque tampoco ando muy allá.
Luego, vamos a tomar una cerveza y como se nos ha despertado el apetito pedimos algunas tapas. Es ya estando en plena faena cuando se nos acercan tres chicos con la proposición de invitarnos a otra cerveza y con la intención de ligar con nosotras. Una de mis amigas dice que sí y pasamos los siguientes tres cuartos de hora todos juntos, hasta que, sobre las once, salimos a la calle. Es el momento de despedirnos pero uno de los chicos propone ir a tomar una copa a una disco cercana que, según dice, está muy bien y de la que ni siquiera he oído hablar. Se me ocurrió pensar que era muy tarde para mí, que incuso iba a ser tarde para ponerme delante del ordenador. Sin embargo, lo que a  alguien se le ocurre decir que sí. Vamos los seis. La típica disco con mucho ruido y muchas luces. Ya ni me acuerdo la última vez que estuve en una pero procuro disfrutar todo lo posible: me bebo dos ron con coca cola (ya casi no recuerdo el sabor), bailo hasta cansarme, coqueteo con mi acompañante y sopeso la posibilidad de ir algo más allá. Al fin y al cabo soy una mujer libre y podría terminar la noche en la cama de mi compañero sin que nadie pudiera llamarme la atención.
Pero no lo hago. Sólo es mi primer día de libertad y no me encuentro preparada. Cuando llego a casa son las cuatro. Me sorprendo cuando me doy cuenta de que no tengo que hacer ningún rito, ni desnudarme y ponerme de rodillas para meditar, ni escribir correos, chatear con nadie o revisar la lista de las órdenes pendientes. Me acuesto en la cama, desechando la dureza del suelo y lo hago con mi pijama puesto, un poco mareada por los cubatas y con un montón de ideas en la cabeza.
Pero tardo en dormirme y me doy cuenta de que me siento extraña, como si estuviera más sola, como si echara de menos algo que no sé definir muy bien, como si hubiese perdido algo que ya nunca más podré recuperar. Luego, me quedo dormida.


lunes, 29 de agosto de 2011

Lastimoso



Hoy he aprendido algo nuevo, algo que en todos los años que tengo no podía ni siquiera haber imaginado. Hoy he aprendido que por pedir disculpas porque alguien te ha dicho que te has equivocado y que le has hecho daño te conviertes automáticamente en gilipollas, asquerosa, alguien que se baja las bragas ante cualquiera, inmerecedora de confianza, incapaz de decidir por mí misma lo que puedo decir y lo que no, mostrar una actitud lamentable y no sé si llegará alguna más.
La verdad es que, más que tiste, me he quedado sorprendida. Me gustaría preguntar a los que me han calificado tan amablemente si es que he ofendido a alguno de ellos, si les he insultado, si he descubierto algún secreto o si les he hecho algún mal.
En particular quiero dedicar dos líneas a ese especimen que me llama gilipollas. Seguramente lo hace porque no sabe lo que es la honestidad ni la vergüenza ni el valor de dar la cara, con toda probabilidad porque si la diera cada vez que insulta anónimamente se la habrían partido ya muchas veces y le habrían dicho que es un mal nacido.
A Sandra me gustaría agradecerle su comentario, sólo dice que mi actitud ha sido lamentable, pero lo que me sorprende es cómo ha sabido cual ha sido  mi actitud y si su crítica es porque me he disculpado ante una persona, porque si fuera así quisiera decirle que disculparse es cosa de gente honesta y que para opinar sobre algo hay que saber por qué se opina.
Al Ama Nayla no le digo nada, se lo diré privadamente en un correo. Hoy sólo quiero decirle que me ha parecido mentira leer lo que leía.
Esta es la última oportunidad que me doy a mí misma para tener  un blog abierto en el que todos puedan opinar, pero para opinar hay que tener educación, criticar todo lo que se quiera pero no insultar y para ello no tendré otro remedio que filtrar los comentarios, algo que siempre he odiado hacer.
Que nadie crea que me va a amedrentar ni que me va a hacer callar y que nadie crea que  voy a dejar de decir lo que piense o lo que quiera, que no me voy a disculpar cuando crea que debo hacerlo o que no voy a exigir una disculpa cuando piense que es lo justo.
Sólo voy a añadir una cosa más. Este blog no es un campo de batalla ni un cuadrilátero de boxeo ni el sitio apropiado para que las personas se peleen  entre ellos. Por eso, ruego a todo el mundo que las peleas o los tiros se los den en sus propios blogs.

Rectificación


En relación con la entrada del 17 de agosto, titulada Ciezo he recibido una nota de la persona que era protagonista de la misma, mostrando su disgusto y su sentimiento de sentirse ofendido por el uso de la palabra ciezo para calificar su comportamiento.
Me gustaría decir que aquel comentario fue hecho en tono jocoso, recordando una anécdota que ocurrió en mis comienzos y haciéndolo de un modo distendido y sin malicia. En ningún momento se intentó insultar o menospreciar y mucho menos ofender y debo decir que aunque ya llevo mucho tiempo fuera, en el lugar en el que nací y pasé los primeros años de mi vida, la palabra ciezo no corresponde con un insulto sino que se dirige a alguien demasiado serio.
En cualquier caso, ni este blog ni yo misma queremos ni tenemos derecho a hacer que nadie se sienta ofendido o maltratado por lo que públicamente pido disculpas y manifiesto mi esperanza de que la mencionada entrada no sea considerada como una agresión injustificada a la mencionada persona, concretamente aquella con la que me inicié en el BDSM.

viernes, 26 de agosto de 2011

Lealtad




La otra tarde estaba hablando con un Amo y me contó algo que le había ocurrido algunos años atrás cuando, en un foro de BDSM, manifestó su deseo de hacerse cargo de una esclava en una relación que, en principio, iba a ser a distancia. Como es lógico recibió varias respuestas pero le agradaron especialmente dos de ellas. Como después de algunas conversaciones no supo con cual quedarse, les propuso hacerse cargo de las dos durante un mes y decidir después quién sería la elegida. Las dos aceptaron y pasaron ese mes de prueba, al término del cual, el Amo se decidió por una de ellas, aunque siguió manteniendo un contacto esporádico con la otra, no ya como Amo y esclava sino, más bien, como simple amigos o, tal vez, por cortesía.
Me contaba este Amo que hace unos meses tuvo la oportunidad de hablar por el Messenger con la chica a la que en su día había rechazado. Estuvieron charlando de generalidades hasta que en un momento determinado la chica le preguntó la razón que le había llevado a escoger a la otra y no a ella misma. El Amo se quedó un poco perplejo, tal vez porque no se esperaba la pregunta y sólo le respondió que cuando llegó el momento de escoger a una, tomó la decisión de escoger a la otra y aunque era posible que se hubiera equivocado, era la decisión que había tomado.
A la chica, esa explicación le pareció coherente a pesar de la iusión que le hubiese hecho ser ella la elegida y siguieron hablando de otras cosas hasta que, sin que la chica aludiera nuevamente al tema, él le dijo: "Elegí a fulanita porque desde el primer dia me fue leal"
Seguramente, y esto ya lo digo yo, el Amo no fue consciente del daño que había hecho a esa chica que, durante un mes le había servido con toda su buena voluntad y sabiduría, y ahora era tildada indirectamente de desleal.
Hasta aquí el relato de la conversación con el Amo. Ahora el epílogo.
En una relación a distancia, sea de BDSM o de otro tipo, ¿Cómo se puede valorar la lealtad o la deslealtad de la otra persona? A esta respuesta creo que habría que responder que sería mejor hablar de confianza o desconfianza.
¿Cómo puede saber un Amo si su esclava le es leal o no o cómo puede saber una esclava si su Amo le es leal o no?
Una esclava puede tener conexiones con su Amo, puede tener contacto telefónico, puede tener que enviar mil correos para ser mejor controlada y puede cumplir mil órdenes en soledad o delante de una webcam, arrodillarse y adorar a su dios, darse latigazos y hacer cuantas cosas se le ordenen pero ¿Quién puede asegurar que cuando apaga la webcam no le hace al Amo un corte de mangas o se va de copas con sus amigos o se acuesta con el novio o se pone en contacto con otro Amo?

sábado, 20 de agosto de 2011

Sólo fui una esclava mediocre



Nunca se me había ocurrido pensar que durante todos los años que viví como esclava al servicio de un Amo, estuviese inmersa en un gran error o que, tal vez, me estuviera engañando a mí misma. Concibo la esclavitud como una entrega total y sin límites, como una dedicación exclusiva y como una forma de vida escogida voluntariamente. Desde el primer momento, desde que entré como aprendiz o como novicia, mi mayor deseo y mi más íntima ambición fue el de llegar a ser una esclava total, absoluta, una esclava 24/7, dedicada a la esclavitud cada minuto de cada día, de cada año, aunque en muchos de ellos no tuviera órdenes que cumplir ni nada que hacer. Es decir, ser una kahira. Pero cometí un importantísimo error  al no darme cuenta o al no querer admitir que no estaba capacitada para serlo. No me di cuenta de que ni objetivamente ni para el Amo al que servía, tenía la capacidad de entrega suficiente o el talento o la intimidad personal necesaria o la dedicación para que viese en mí a una futura kahira.
Alguien me preguntó hace poco si pensaba que había hecho los suficientes méritos para ser una kahira y para poner un ejemplo me preguntó si alguna vez había orinado desnuda en un bol y lo había bebido delante de otras personas. Yo tuve que reconocer que, aunque después lo hice muchas veces, en aquella época no lo había hecho, pero debí añadir que no porque no quisiera o porque me negara a obedecer, sino porque nunca me lo mandaron y yo, una esclava con ilusorias pretensiones de llegar a más, pensaba que lo que la futura kahira debe hacer es ceñirse a las órdenes de su Amo y no hacer lo que no se le ha pedido, a vivir la vida que se le ordenaba y no a pensar por su cuenta. Que esa era  la forma para conseguir el objetivo. Por desgracia, siempre creí que si mi Amo no me mandaba experimentar cosas  más duras era porque no le apetecía y no porque pensara que no iba a ser capaz de cumplirlas.
Subí rápidamente por todos los escalafones del BDSM y en muy poco tiempo pase de novicia a sumisa y de sumisa a esclava pero ahí me estanqué porque ya no daba para más, a pesar de que nunca se me ocurrió pensar que fuera así.
Veía que cada vez que llegaba una sumisa o una esclava nueva enseguida pasaba a estar por delante de mí. Yo me decía a mí misma que era una decisión del Amo y que no tenía derecho a decir nada, pero no me daba cuenta de que, posiblemente, era así porque todas esas chicas que llegaban tenían más méritos que yo o estaban más cerca o eran más obedientes.
No estoy haciendo una queja ni mucho menos adjudicando al Amo o a cualquier otra persona una responsabilidad que no tenían, aunque no debieron dejarme llegar tan lejos sin decirme a las claras que no iba a ser capaz de alcanzar lo que quería. Solamente estoy constatando o relatando el gran error en el que estuve inmersa durante tanto tiempo.
Luego, una enfermedad y algunas otras circunstancias no sólo acabaron con cualquier posibilidad de seguir avanzando, sino que me redujeron a la nada en el mundo del BDSM.
Una vez curada de mi problema de salud, una circunstancia casual hizo que entrara al servicio de un Ama y lo primero que le dije fue que deseaba una relación sin ningún límite. Lo malo fue que una nueva recaída en mi enfermedad acabó enseguida con la relación.
En todos los años que estuve siendo una esclava, al servicio de un Amo durante mucho tiempo y de un Ama durante muy poco tiempo y si mi memoria no me falla, sólo he dejado de practicar cuatro actividades dentro del BDSM: la zoofilia, el scat, la prostitución y las descargas eléctricas, pero no por haberme negado a realizarlas o haberlas pactado como límites sino porque los Amos que tuve no me las mandaron nunca.
He visto en foros y en blogs y he oído lo fácil que ha sido para algunas chicas convertirse en kahiras, lo poco que lo han sudado. He sabido que algunas de ellas querían esa categoría para colgar el título en una pared como si se tratara del de una Licenciatura pero no me había dado cuenta de que yo, que quería dedicar mi vida a eso, no tenía la capacidad ni el talento ni la dedicación para llegar a serlo. O acaso fue que por mi carácter, alababa menos y gastaba bromas o no hablaba de la manera protocolaria con que debe hacerse.
Me gustaría terminar este comentario manifestando la felicidad y la satisfacción que he tenido durante todos los años en los que he sido esclava, tanto en mi etapa más larga como en la más corta y dar las gracias al Amo y al Ama que hicieron posible esa felicidad.
Pero, por desgracia, tengo que admitir que mi sueño de ser esa esclava dedicada veinticuatro horas a su Amo/a, sin otro pensamiento que el de servirles y sin otra intención que llevar esa vida, ha sido un total fracaso, tal vez porque yo no he servido o quizá porque no han creído en mí o en lo que ofrecía. Lástima que no fuese consciente desde el primer día, cuando posiblemente todo el mundo a mi alrededor sabía que no podía llegar a ser más que una esclava mediocre.

viernes, 19 de agosto de 2011

Rebeldia adolescente




Siempre he tenido la sensación personal que una de las razones más íntimas de que entrase en el BDSM como esclava fue el reto de que alguien fuese capaz de dominarme  y de domar esa rebeldía que me empezó en la adolescencia y con la que he continuado siempre. Hay personas que leen este blog y lo saben porque me han conocido bien. Simplemente voy a contar una pequeña anécdota de la que me he estado acordando estos días.
Tenía dieciséis años y me habían invitado a una fiesta en una disco a la que iban a ir todas mis amigas y un montón de chicos guapos y naturalmente no quería perdérmela. Le pedí permiso a mi padre y al final de un discurso trascendental me dijo que bueno pero con las consabidas condiciones.
El día de la fiesta me maquillé con todo cuidado (normalmente no me maquillaba), me dejé el pelo suelto y me puse un top de color y una minúscula falda negra, además de unos zapatos de tacón.
Yo estaba tranquila porque sabía que mi padre no llegaba hasta las nueve y eran las ocho pero cuando fui a atravesar el salón para salir a la calle, allí estaba él recién llegado de la calle. Saludé a los dos casi sin volver la cabeza y seguí andando hasta llegar a la puerta de la habitación. Allí hoy la voz de mi padre. "Oye, niña". Me volvi y le pregunté qué quería. "¿A dónde crees que vas con esa pinta". Ya me había esperado algo así pero sentí una gran irritación. "¿Que pinta?, le dije y él respondió muy seguro de sí mismo. "Coño, que se te ve el culo". Entonces, hice un gesto como si lo que me reprochaba fuera una tontería y le conteste: "No te preocupes, papá, llevo bragas".
Yo me fui sin esperar su réplica porque me temía lo peor pero al día sigiente mi madre me dijo que la reacción de mi padre había sido reírse. Y es que se las da de duro pero no lo es.