sábado, 8 de julio de 2017

BDSM y Sexo



Posiblemente, la cuestión más importante en toda relación BDSM es el de la sexualidad. Hoy, me gustaría dar mi opinión y exponer cuál es mi situación en este aspecto. Es bien sabido y, generalmente aceptado por todo el mundo, que el Amo, al tomar a su esclava, es quien decide la vida sexual de la misma. La esclava pierde todo derecho a disponer de su propio cuerpo y lo más común es que el Amo tome ese cuerpo y lo use a su antojo para su disfrute. Es decir, que la esclava no tiene sexualidad propia y que ésta está supeditada a los deseos y caprichos de su Dueño. La esclava no tiene derecho a disfrutar del sexo más que cuando es autorizada a ello o a decidir cuándo y en qué forma quiere practicarlo.
 Conozco relaciones en las que el sexo es parte primordial de la misma y otras, incluso, en que es la única actividad y la relación se convierte o se limita a relaciones sexuales más o menos violentas o más o menos forzadas fuera de las cuales, la vida entre las dos partes es absolutamente normal.
 El problema puede surgir cuando el Amo no es Amo sino Ama y la esclava, una mujer también. Conozco algún caso y creo que en la mayoría de ellos, tanto el Ama como la esclava son homosexuales con lo que el tema de la sexualidad queda equiparable al de la relación Amo/esclava.
 Mi caso es bastante diferente. Como he dicho tantas veces, mi relación es una relación 24/7 o, en lenguaje anglosajón Una TPE (Total Power Exchange), en la que la sexualidad es sólo un aspecto y no de los más importantes, de la relación. Debo decir que siempre he sido heterosexual y que mi Ama tiene su vida sexual personal, fuera de nuestra relación. Mi situación es la de prohibición absoluta de cualquier relación heterosexual, pero posibilidad de mantener relaciones homosexuales, siempre con permiso previo.
 Bueno, ahí está el dilema. Para mí no ha sido fácil tomar una decisión y optar entre una renuncia al sexo o la práctica de una sexualidad diferente y en la que nunca, antes de esta relación, había pensado. No voy a decir hoy cuál fue mi respuesta a la oferta que me hizo mi Ama, lo haré en una futura entrada, pero me gustaría mucho que os pusieseis en mi lugar y pensarais cuál sería la vuestra.