lunes, 22 de mayo de 2017

Órdenes comprometidas



Me gustaría escribir unas líneas para hacer un comentario sobre un tema que me ha preocupado en numerosas ocasiones y acerca del que no tengo una opinión totalmente clara, después de todo el tiempo que llevo en este mundo del BDSM. Me refiero a los casos en que la esclava ha de cumplir una norma o una orden puntual y esa orden puede acarrear problemas que pueden  interferir en la vida de la esclava. Pondré algunos ejemplos.
Todo el mundo sabe que la inmensa mayoría de las esclavas llevamos un collar que nos señala como propiedad de  nuestros dueños. En mi caso, es un collar discreto aunque no un collar normal que podría llevar si no fuese esclava. Pero el asunto es que llevar ese collar al trabajo, en mi caso al hospital, puede llamar la atención negativamente y poner a la esclava en una situación incómoda. La gente se pregunta que por qué llevas ese collar tan raro y por qué lo llevas todos los días.
Otras normas también pueden entrar en este apartado como el hecho de no llevar ropa interior, sobre todo si se tiene que sentar en ciertas posturas, sin poder cruzar las piernas o juntar del todo las rodillas. La norma de tener que adoptar ciertas posturas y actitudes mientras se viaja en autobús y otras muchas que se pueden presentar a diario, algunas mucho más exigentes que las que he mencionado.
¿Cuál debe ser la actitud de la esclava? En lo que respecta a mí lo tengo claro, cumplir la norma porque es lo que he aceptado, y atenerme a las consecuencias. Intento ser discreta y no llamar la atención, pero sé que si alguien ajeno al mundo en el que vivo se diera cuenta de estas cosas, podría perjudicarme seriamente, sobre todo, en lugares como el centro de trabajo o cualquier sitio público.
Naturalmente, este problema solo lo tiene una esclava 24/7, pero ¿Cuál debería ser la actitud que tomara esa esclava 24/7 ante circunstancias como las que cuento hoy?