domingo, 9 de junio de 2019

La respuesta





Estor convencida de que todo el mundo sabe la respuesta a la pregunta que planteé en mi última entrada pero, aun así, voy a intentar aclararla. Quiero decir, primero, que no hablo de todos los Amos ni de todas las Amas. No podría atribuirme el saber el comportamiento de tanta gente, pero sí de los que he conocido a lo largo de los años, hayan sido o no mis Amos. Tampoco todos los que conozco se rigen por idéntico patrón, pero sí la mayoría de ellos.
En una de las relaciones, las principales y casi exclusivas actividades de la esclava consisten en meterse toda clase de objetos por todos los agujeros posibles, preferentemente instrumentos alargados, a veces gigantes, pero, desde luego, cuanto más gruesos mejor. Algunos redondos también. Estar desnuda el mayor tiempo posible, desde luego, solo en la intimidad. No llevar ropa interior la mayoría de los días y, sobre todo, tener una cama lo más cerca posible.
En el otro tipo de relación no suele ocurrir nada de eso, o sucede de manera muy atenuada. En esta, la esclava hará todo tipo de actividades propias del BDSM, será una esclava las 24 horas del día, como es mi caso, con todo lo que ello  significa. Será azotada, pinzada, encadenada, realizará trabajos domésticos, pero raramente se tendrá que introducir nada, raramente tendrá que excluir de su vestuario la ropa interior y no tendrá que tener una cama tan cerca y tan a mano.
Creo que queda claro cuál es la relación que corresponde a un Amo y cuál a un Ama.
Perdón por la broma.