martes, 12 de septiembre de 2023

El regalo

Mi Ama me ha hecho un regalo. Me ha comprado una jaula que ha instalado en mi mazmorra y en ella he de permanecer todo el tiempo que ella diga y, en general, todo el tiempo ocioso. Ya hace unos años había tenido una, pero mi Dueña decidió quitarla. Ahora, ha decidido que tenga otra. Mide 1,5 metros de alto, 2 metros de largo y 1,5 metros de ancho. Puedo estar en ella tumbada, de rodillas, a cuatro patas y sentada en el suelo, pero no de pie porque no tiene altura suficiente.

En ella, deberé comer y dormir. Comer a cuatro patas, sin cubiertos, en un cuenco y en otro para beber, sin usar las manos, como le gusta a mi Ama que haga y como dicen que debo hacer.

También debo dormir en el suelo sobre una colchoneta y naturalmente la puerta tiene una llave, que mi Señora deja libre no vaya a ser que ocurra algo y no pueda escapar. Es una sensación muy especial la que se siente en su interior. Por una, la de sentirse como un animalillo al que hay que guardar en su jaula para que no esté por ahí; por otra, como la esclava que soy, cuya obligación es estar encerrada cuando no se la necesita.

He dado las gracias a mi Ama y ya llevo unos días viviendo en su interior aunque, salvo por las noches y las horas de comer paso poco tiempo en ella porque tengo muchas cosas que hacer. ahora, tengo completa mi mazmorra y voy a cuidar de con todo interés y dedicación.