domingo, 23 de diciembre de 2018

Feliz Navidad










Me gustaría desearos a todos una Feliz Navidad y un gran año 2019. En primer lugar, por supuesto, a mi Ama, mi principal valedora y la persona que más se preocupa por mí. También a todos mis anteriores Amos, a los que siempre recuerdo y con los que pasé grandes momentos de mi vida. Muy especialmente, a mis lectores, sin los que no sería posible este blog. A todos los que han decidido escribirme y mantener conmigo una correspondencia que es sumamente enriquecedora para mí. A los seguidores de este blog, de los que me siento orgullosa y a todos los que, de alguna manera, se han relacionado conmigo en este mundo del BDSM. A todos ellos, muchas felicidades y muchas gracias.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Cumplimiento de la subasta




Hace dos domingos cumplí la orden que había recibido al participar en una subasta de Amos y pasé el día con mi Amo circunstancial, desde las siete de la mañana hasta las siete de la mañana del lunes.
En alguna ocasión, ya había pasado por una experiencia similar, aunque esas veces había sido tras una subasta de esclavas, en la que los Amos habían sido los que habían escogido su "mercancía". En esta ocasión, había sido diferente y habíamos sido un grupo de varias esclavas y esclavos los que habíamos pujado por el Amo o Ama con el que queríamos compartir ese domingo, tal como conté en mi anterior entrada.
El Amo es un hombre de unos cuarenta años, culto y de apariencia agradable al que ya conocía de anteriores reuniones, dueño de una esclava con la que ya lleva bastantes años, es decir, un Amo experimentado y, en mi opinión, el mejor de los que se presentaban a la subasta. Vive en una casa en las afueras de la ciudad, en una urbanización muy bonita y allí pasé ese domingo. No salimos de la casa en las veinticuatro horas y hubo, a lo largo del día, varias sesiones de las llamadas de adiestramiento. En ese sentido, fui azotada, con gato, con vara y, también, con una correa y fui sometida a otras actividades propias del BDSM, alguna de las cuales, bastante intensas, como el potro y alguna otra. También celebramos juntos las comidas pertinentes, sobre todo la cena, para la que me tuve que vestir de manera especial (pasé casi todo el día desnuda) y asistir a una cena por todo lo alto, los dos solos y a una velada tranquila y muy agradable. Hubo más cosas, claro y debo admitir que, en general, fue un día duro y comprometido, humillante en el que estuve sometida a sus órdenes y deseos. Por supuesto, también hubo sexo, diferentes momentos eróticos, pero esos, tal vez los cuente otro día.
Por la mañana, me levanté, me duché y me fui a trabajar. Ayer, mi Ama me llamó para decirme que ese Amo estaba al teléfono y quería hablar conmigo. Me puse, me dijo lo que quería decirme y me hizo una pregunta, pero yo soy una esclava y no puedo dar ciertas respuestas.