miércoles, 20 de mayo de 2015

Retirada de privilegios.







En estas últimas semanas, mi Amo ha cambiado la filosofía o el concepto de algunas de las reglas que tenía establecidas.
Me refiero a dos de los privilegios que mi Señor me tenía concedidos y que ha decidido retirarme, en concreto, el privilegio de poder trabajar libremente y el privilegio de poder ir a ver a mi familia.
El hecho de retirarlos no quiere decir que no pueda hacer una cosa u otra, sino que, a partir de ahora, el significado es distinto.
El poder trabajar libremente en mi profesión deja de ser un privilegio, del que venía disfrutando desde el comienzo de la relación, y se transforma en una obligación. Mi Amo me obliga a trabajar, con lo que yo no podría dejar ese trabajo sin su permiso, para optar a otro por ejemplo. O también necesitaría su permiso en caso de enfermedad o vacaciones. Es una obligación más de las que tengo como esclava. En la práctica, voy a seguir trabajando igual que antes pero mentalmente me produce una sensación de sometimiento y de dependencia mucho mayor.
En el caso de las visitas a mi familia, no sólo no podré hacerlas libremente, cosa que ya no hacía, sino que tampoco podré pedirle permiso para hacerlo, como hasta ahora. Será Él quien me dirá cuando puedo ir  o cuando debo ir.
En ambos casos se trata de una diferencia sutil que, en la práctica, va a producir pocas novedades, pero como dije antes, mi sensación de dependencia y de falta de poder decisorio y, en definitiva, de libertad, es mucho mayor.
En definitiva, un paso más en mi total sometimiento y sumisión.