viernes, 25 de febrero de 2022

El reencuentro

Después de un  dilatado periodo de silencio voy a intentar volver a la normalidad y restablecer el diálogo con mis lectores, que sepan de mis vivencias y de mi vida de esclava.

Pero no todo ha sido culpa mía y, durante este periodo de tiempo, apenas, he tenido la oportunidad y el permiso para escribir.

A primeros de febrero terminó el tiempo de mi cesión y con él la vuelta a la rutina d siempre. Como colofón al estado de cesión al Amo Jamal he de decir que ha sido un periodo interesante, muy diferente a mi vida normal, pero en l que he aprendido mucho, me he entregado mucho más y he tenido experiencias que no había tenido nunca antes.

El último día hubo una actividad especial. Primero una sesión en la mazmorra en la que el acto principal fue ser colgada del techo, por los pies, completamente desnuda, las manos atadas por detrás y azotada sin miramientos, con la cabeza cerca del suelo, rotando sobre mí misma, mientras mi cuerpo sentía los efectos  del látigo y de la vara, fundamentalmente.

Ese mismo día, por la noche, la traca final, con una sesión de sexo, muy intensa, en la que me sentí forzada primero, pero profundamente excitada después con varias explosiones, que no creí que sucedieran.

Ahora he vuelto con mi Ama y con ella estaré hasta que ocurra otra cesión, no creo que antes del verano. He tomado mis rutinas y me someto a mi Dueña como he hecho siempre. Espero     que una de las consecuencias sea poder escribir con más frecuencia como ha sucedido siempre.