domingo, 14 de agosto de 2011

Amor y BDSM



Hace un par de días, el Amo Tarha escribió un interesante comentario en su blog La Rosa Secreta ponderando las ventajas de la existencia del amor entre las dos personas que forman una relación BDSM. Aunque probablemente esté en minoría, he de decir que no sólo discrepo totalmente de esa aseveración, sino que estoy convencida de que amor y BDSM son incompatibles.
Ya sé que muchas parejas me dirán que ellos están enamorados y lo practican pero creo que es por una diferencia de criterios. El Señor Tarha dice, entre otras cosas, que es más bonito y más dulce dominar a una persona a la que amas o servir como esclava a un Amo del que estás enamorada. Pero ¿Es posible azotar, pegar, castigar a la persona amada? ¿Es posible obligarla a comer en el suelo y con las manos mientras el Amo come tranquilamente sentado a una mesa? ¿Es posible hacer que vista como el Amo quiere, ponerla en el potro de tortura, hacerla gatear como una perra u obligarla a tener sexo cuando el Amo tenga ganas? ¿Es posible ceder a la persona a la que amas a otro Amo o mostrarla desnuda en una exhibición? ¿Es posible humillar y vejar a la persona a la que amas?
Tal vez de lo que se habla es de mantener una sesión una vez al día o a la semana o al mes. Hacer esa sesión durante un rato y luego irse a tomar una copa juntos, a cenar  o a El Corte Inglés. Es decir, hacer una vida normal entre dos personas que se aman y que dedican un rato a jugar al BDSM en vez de ir al cine o ver la tele.
Pero para el BDSM que  yo concibo no es posible. Para esa relación que dura cada minuto de cada día y todos los minutos de todos los días. Para esa relación en la que la esclava está firmemente convencida de que su Amo es su Dueño y que por tanto no tiene derechos y sí sólo obligaciones. Para esa relación permanente en que no puedes tomar una sola decisión sobre ti misma ni puedes gastar un euro sin permiso o tener amigos sin autorización o comerte una tortilla si no te dejan. Sé que me dirán que eso es utópico pero no lo creo. Hay mucha gente que lo hace así y yo conozco a varios. Esa es la relación que yo quise para mí y a la que estuve a punto de llegar. Si no llegué no fue porque fuera imposible sino por otras razones.
Pero en esa relación, en la relación en que yo hubiese sido feliz, el amor no tiene cabida.

6 comentarios:

  1. Cada persona es un mundo,y hay tantos niveles y modelos de BDSM que practicamente todas las opciones tienen cabida.Que alguien lo practique en lo que para uno seria nivel 3 o nivel 8,no hace que deje de ser mas o menos BDSM,sino que sera su BDSM.
    Y aun a riesgo de parecer un romantico cutre y trasnochado,el amor cabe en todos lados,o no es amor.
    Tarha.

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  2. Es un tema bastante complejo y nunca deja de ser interesante, todavia sigo creyendo en el amor ,pero no puedo dejar de reconocer la logica de tu idea , tiene sentido comun .... esa es la eterna contradicción del amor y no amor en el BDSM, la verdad yo estoy en pañales aun ....y siento que recien en estos ultimos tiempos he comenzado a vivir y apredner mas

    Saludos!

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  3. "El corazón tiene razones que la razón desconoce".
    Blas Pascal

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  4. Aunque es cierto que hay millones de matices en cada relación y todo eso, yo estoy muy de acuerdo contigo, silvia...
    Hablo de mi propia experiencia: durante años tuve una relación 24/7 como la que tú misma querías para tí, estaba enamorada de mi Amo y había momentos en que las carencias afectivas me superaban... claro que ese sólo es mi caso...
    Un beso

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  5. Se puede realizar cualquier práctica BDSM, incluso 24/7 y permitirse una relación afectiva que puede funcionar. Probablemente no todos podrán compatibilizarla.

    Puedo ceder a mi sumisa (o esclava) a otros e igualmente amarale y entregarle mi afecto en su momento. Es posible llenarle de obligaciones y cederle el derecho al
    amor como parte de un deseo del dominante.

    Si para alguien eso no es posible, significa que desde su BDSM el amor se comporta como un límite. Pero no será asi para todos.

    Un abrazo.

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  6. Jamás dejaría a nadie al que no me amase azotarme. Para mi no existe bdsm sin amor.

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