lunes, 8 de agosto de 2022

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Buena parte del tiempo que he pasado en mi vida como esclava de un Amo o un Ama, ha sido formando parte de una cuadra, es decir, en compañía de otros esclavos o esclavas, pertenecientes todos, o la mayoría, al mismo Amo o Ama.

Ahora no ocurre así y mi Ama y yo vivimos solas, juntas las dos, y su dominio es exclusivo sobre mí, pero hasta hace menos de un año, he convivido con otra esclava y un esclavo. La esclava era, en realidad, de otro Amo que reside en Madrid y entre Él y mi Dueña llevaban  a cabo el cumplimiento de sus deseos.

El esclavo era jamal, un chico de descendencia africana, que empezó como esclavo para convertirse, con el tiempo, en amo de cuadra, con amplios poderes sobre nosotras dos.

He de decir que es mucho más divertido y gratificante vivir acompañada de otros  u otras esclavos o esclavas. En nuestro caso, el alboroto era continuo, comíamos juntos en la mazmorra, compartiendo suelo y cuencos como perros, pero sin dejar de reírnos y de comentar los asuntos de cada día. También participábamos juntos en las sesione, siempre a cargo de nuestra Ama y, personalmente, no me encontraba tan sola, aunque esto no es una queja.

No creo que sea frecuente que un Amo tenga varias esclavas a la vez, pero en mi opinión, es mucho más beneficioso, al menos para los esclavos y mucho más divertido. Claro que el BDSM no tiene por qué ser divertido. Actualmente mi Ama está en conversaciones con una chica que pretende convertirse en su esclava y si es así y llegan a un acuerdo, volveré a tener compañía en la cuadra y todo cambiará un poco. De ser así, sería para después del verano. Ya veremos lo que sucede.
 

1 comentario:

  1. Interesante esa visión de la vida de la sumisa en una cuadra; positiva y realista; al contrario de muchas opiniones que suelen oirse muy negativas al respecto. Me ha alegrado ver tu opinión, y la profundidad de la esclavitud que refleja.

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