Por concesión de mi Ama, voy a pasar la Nochebuena y la Navidad con mis padres y mis hermanos en su casa. Ella pasará esos días con su madre y sus hermanas y de esa forma, estaremos separadas durante esos dos días, aunque en total contacto.
Estas fiestas son unos días muy especiales. En lo que a mí respecta, todo se hace más suave y más relajado (Naturalmente hablo de mi condición de esclava) Eso no quiere decir que deje de estar al servicio y a disposición de mi Dueña o de tener que cumplir con todas las normas y todas las obligaciones que llevo siempre conmigo, pero de otra manera. Tengo tiempo y permiso para salir de compras, incluso para comprar algunas cosas sin el control y sin la necesidad de autorización previa. Es verdad que en el caso de la ropa personal, tengo que obtener su permiso previo, decirle lo que quiero adquirir y que a ella le parezca bien, pero es mucho más fácil obtenerlo.
Luego, cuando pase el día de Reyes, todo volverá a la normalidad, mi vida estará mucho más sujeta a normas, al cumplimiento de órdenes y a servir a mi Señora de una manera mucho menos relajada, aunque con idéntico entusiasmo, dedicación y sometimiento.
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