miércoles, 10 de octubre de 2018

Un regalo de mi Ama




Esta semana, mi Ama me ha hecho un regalo. Me ha comprado un collar nuevo. Pero no es un collar como otro cualquiera, es un collar eléctrico. Mirado una vez puesto en su sitio, es un collar normal como cualquier otro, pero si se mira por dentro, se ve que tiene una especie de chip o como diablos se llame. Cuando cometo algún error, cuando no obedezco o no oigo sus instrucciones o tardo en responder, mi Ama aprieta el botón de su mando y yo siento una descarga eléctrica en el cuello. Por supuesto, es una descarga pequeña e inofensiva, pero suficiente para que dé un bote y me lleve un susto de muerte.
Me han dicho que esos collares fueron ideados para los perros, para cuando se despistaban o cuando se les quería llamar la atención, pero ahora yo llevo uno de ellos, no de perra exactamente, que también, sino de esclava.
Sin embargo, para mí, lo más importante de ese collar no es para lo que realmente sirve ni lo que supone la descarga en sí, sino el grado de sometimiento que provoca, la sensación de estar permanentemente vigilada y controlada y el absoluto grado de falta de libertad.
Quiero dar las gracias públicamente a mi Ama por el regalo que me ha hecho.

2 comentarios:

  1. y vas con ese collar a trabajar tambien?

    ResponderEliminar
  2. En realidad, dispongo de varios collares y mi Señora me autoriza a llevar uno discreto cuando voy a trabajar.

    ResponderEliminar