jueves, 16 de junio de 2011

Ayer te besé en los labios



Hoy he querido tomar prestado un poema y enviarlo muy lejos, a un lugar en el que alguien, al leerlo, tal vez sepa que he sido yo quien se lo ha enviado


Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios, Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo,
no lo quise para nada ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy sola con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
¿Adónde se me ha escapado?
Los pongo en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estioy besando más lejos

                                                                                         Pedro Salinas

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