domingo, 24 de agosto de 2014

De nuevo soy esclava




Hace unos días mi Amo se puso en contacto conmigo para preguntarme si quería retomar la relación y continuar sirviéndole. Me dijo que lo había estado pensando y que probablemente su decisión había sido demasiado drástica.
Enseguida le dije que sí, que deseaba volver a convertirme en su esclava y durante varios días hemos estado hablando para ver la forma de hacerlo. En esencia conservamos todas las reglas y normas anteriores pero también hemos consensuado algunas nuevas que mejoran la relación, que la hacen más fluida y con un mayor compromiso por ambas partes.
Mi sumisión a mi Amo es total, sin resquicios y con apenas unas pequeñas limitaciones, más propias del sentido común que de otra cosa, todo ello naturalmente, dentro de las reglas del BDSM.
Me siento enormemente feliz de volver con mi Amo, de cobijarme en su hombro y de sentirme protegida y querida. También debo decir que me enorgullezco de ser su esclava, de la forma en que ha dado la cara y reconocido una situación que no era buena y, sobre todo, de la demostración que ha hecho de querer a su esclava y de desear volver a someterme
En este momento, quiero decirle que prometo servirle con todas mis fuerzas y con todo mi interés, procurar su satisfacción permanente y cumplir con todas mis obligaciones de esclava.

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