lunes, 16 de enero de 2023

Empleada del hogar

 Casi todo el mundo sabe que mi verdadera profesión es la de médico, pero desde hace unos años, mi oficio real es el de limpiadora o, si se quiere, empleada del hogar. Después de unos años de dedicación a la medicina, dejaron de renovarme el contrato interino que tenía y perdí el puesto de trabajo. Mi Ama aprovechó para cambiarme el oficio y darme otro más acorde con mi status de esclava.

Durante más de tres años he trabajado  de criada limpiando en una casa a la que voy todas las mañanas de 9 a 13,30, sirviendo a un matrimonio con tres hijos.

Es sorprendente cómo se acostumbra una a las circunstancias. Mi Ama me advirtió de que absolutamente nadie podía saber que mi oficio verdadero no era el de criada y todo el mundo debe creer y pensar que lo soy y que procedo de una familia humilde, sin estudios como yo misma, que no aspiro a nada.

Durante estos años, he perdido a mis amigos y amigas y los he ido cambiando por otros que ahora, son otras chicas de la limpieza, el frutero, el chico de los recados del súper, algún albañil y, en general, personas de ese rango. He llegado a hablar mal y a empeorar mi lenguaje, a hacer faltas de ortografía y a comportarme como una chica sin estudios ni cultura. Y todo ello, no porque haya querido hacerlo adrede, sino por el roce diario con otro tipo de personas, por el cambio radical en mi vida, por la actitud de todos los que me rodean desde que estoy en esta situación.

En el mundo que me rodea, todos me creen una criada, yo misma me lo creo por hablar así, y es que verdaderamente lo soy y si mi Ama así lo decide, lo seré toda la vida.

Recientemente, ha surgido la posibilidad de pasar consulta en un Centro privado dos tardes a la semana y mi Dueña ha tenido la generosidad de dejarme ocupar ese puesto aunque sigo con mi horario de criada.

Mi Ama me ha permitido que, si cuando se celebren oposiciones las saco, podré volver al hospital y dejar las labores de limpieza. A pesar de todo, debo decir que me he acostumbrado a ser una criada, que lo soy realmente y que lo he sido siempre, en mi forma de hacer las cosas, de pensar y de ver la vida y que es muy curioso cómo puede cambiar una persona por las circunstancias de esa misma vida.

2 comentarios:

  1. Hay que someterse a tu Ama sin rechistar y eso es lo más maravilloso que te puede pasar, un besote.

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    1. Tienes toda la razón, lo más maravilloso es servir a tu Amo/a. Gracias por tu comentario. Un beso

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