miércoles, 30 de enero de 2013

El sexo en el BDSM



Ya llevo algo más de dos semanas cedida a mi nueva Ama y debo decir que he apreciado significativas diferencias. Sé por experiencia que la dominación de un Amo no es la misma que la de un Ama, como tampoco lo son la intensidad de unos azotes, los castigos o cualquier otra práctica, igual en el fondo pero diferente en la forma.
Afortunadamente, mi Amo sigue con su tratamiento y, a pesar de las dificultades, lo está tolerando bastante bien y se encuentra animado, lo que ya es un motivo de alegría y de esperanza. Nos comunicamos con frecuencia y escribo un diario con mis actividades rutinarias  que él lee cuando le parece oportuno o cuando se encuentra con la suficiente fuerza para hacerlo.
Pero aparte de mi situación personal quisiera hacer hoy un comentario más de índole general, tal vez al hilo de algún otro que me ha llegado. Siempre he oído hablar a algunos practicantes de BDSM como si éste se circunscribiera a una relación sexual más o menos morbosa o más o menos rara, en la que predomina la dominación de una parte y la sumisión de la otra. Fuera del sexo no existiría el BDSM para estas personas e incluso los azotes, el bondage o cualquier otra práctica, no sería más que un prolegómeno a lo verdaderamente importante que es el sexo.
Yo no estoy de acuerdo. Sé que en el BDSM hay sexo pero también hay otras muchas cosas más que nada tienen que ver con el sexo. Y personalmente lo prefiero así. Para mí, BDSM es dominación y sumisión y el sexo una de tantas prácticas que hay en él. Para mí es mucho más trascendental el sometimiento, la rutina diaria, la convivencia diaria y el sentirme sometida a mi Amo las veinticuatro horas del día, incluso en las cosas más nimias y sin importancia, incluso aunque no haya sexo de por medio.

sábado, 12 de enero de 2013

Cesión




Mi Amo ha decidido cederme por tiempo indefinido que tanto puede ser de unos meses como un año o quién sabe cuánto. Pero no ha sido porque se haya cansado de mí o porque haya habido alguna desavenencia o contratiempo en nuestra relación, sino porque a mi Amo le han diagnosticado una grave enfermedad y entre ella y los efectos que le van a provocar los tratamientos que va a recibir no puede ocuparse de mi y debe dedicar todo su tiempo y todas sus energías a curarse de su dolencia.
En un principio pensó en devolverme la libertad y terminar la relación pero luego, después de una conversación que tuvimos pensó que era mejor cederme a un Ama que goza de toda su confianza y de la mía, a la que me someteré y serviré con total intensidad y dedicación y con la que ya vivo.
Mi Señor ha puesto algunas condiciones, que él sigue siendo mi Amo y que deberé ser devuelta en el mismo instante en que lo pida. Por lo demás, mi nueva Ama tiene todo el poder sobre mí sin ninguna otra restricción. A ella me someteré durante las veinticuatro horas del día y a ella serviré en todo lo que se me ordene con la misma dedicación que la que he tenido con mi Amo hasta ahora.
Quiero que todos sepáis que para mí esta cesión representa algo muy importante. Es verdad que voy a estar sin mi Amo durante un tiempo pero también lo es que él sigue siendo mi Amo, que puedo comunicarme con él y que será informado de mi esclavitud cada vez que mi nueva Ama o él mismo así lo decidan. Si mi relación con mi Dueño hubiese finalizado, que es lo que parecía en un principio que iba a suceder, no hubiera vuelto a practicar BDSM ni habría vuelto a tener otro Amo.
Sólo quiero pedir a quien tenga poder para ello, que se cure lo antes posible y sin ninguna secuela y que un día no muy lejano pueda volver a ponerme a sus pies y servirle aunque, aunque él sabe perfectamente, que siempre seré su esclava.
Es la explicación a las últimas entradas del blog.