Hace algo más de dos años conocí a una persona que siempre me ha impresionado por su fuerza y por sus ganas de vivir. Ya en aquel momento padecía un proceso canceroso bastante avanzado con metástasis a distancia. Una de sus grandes pasiones era ser Ama dentro del BDSM, aun con las carencias que la enfermedad le producía. Durante este tiempo sé que ha recaído algunas veces pero siempre se ha recuperado exhibiendo esa voluntad que lo puede todo y que la hace seguir adelante.
Probablemente, si mi amiga no tuviera esa fortaleza y esas ganas de vivir, no habría sobrevivido a su enfermedad. Es evidente que tiene la fortuna de ser tratada por un equipo de médicos que lo están haciendo de maravilla pero ha sido ella su mejor médico y la mayor responsable de que hoy sea un Ama con un esclavo con el que disfruta y al que hace disfrutar lo que ambos han consensuado.
Hoy quiero dar ese ánimo y trasladar esa fuerza a otra persona y decirle que si se lo propone, si hace el esfuerzo, si ama la vida como el que más, también porque sigue siendo tan importante para mí, estoy completamente segura de que vencerá ese mal que ahora le acecha, volverá a vigilar a las estrellas más lejanas, me volverá a explicar lo que es la partícula de Dios y continuará navegando por esos mares lejanos en uno de esos veleros que tanto ama. Le pido que no se rinda jamás y que no se olvide de su esclava.
Hace unos días leí en un foro que los seres vivos se reducen a un conjunto de átomos estratégicamente colocados, pero yo, que soy médico, no lo puedo creer. Hasta los físicos saben que los átomos no lloran cuando se les rompe el corazón.
No hace mucho tiempo alguien, no sé si aquí en el blog o en alguno de los foros que visito, me preguntó hasta qué edad tenía pensado ser una esclava dentro del BDSM. No estoy segura pero probablemente pensaba que a partir de una determinada edad, un tipo de esclavitud como en el que yo estoy inmersa, no es viable. Pensemos en una persona de cincuenta o sesenta años. A mí también me parece poco probable que a esa edad o, incluso, antes se pueda ser una esclava 24/7. Sí creo que es posible realizar algunas prácticas de BDSM, también a edades superiores, pero no con la intensidad y la dedicación que se requiere en una esclavitud permanente y a tiempo completo.
Para ser sincera, no sé hasta cuándo voy a ser esclava y esa sería mi respuesta si pudiera dársela. No sé si a mi Amo, que dice que seré su esclava durante toda la vida, le parecería mal la respuesta que doy, pero estaría faltando a la verdad y engañándole a él y a mí misma si dijera otra cosa. Además, sé que esa expresión suya es una forma de hablar y de manifestar un deseo o un sueño. También sería mi sueño.
En cualquier caso, la posibilidad de dejar de ser la esclava de mi Amo es algo que ni siquiera me planteo y en lo que, si no hubiera sido por la pregunta que me hicieron, nunca habría pensado. Soy feliz como estoy y siento como algo natural estar sometida a mi Amo. Creo que es lo que quiero y, aún más, creo que es como debo estar. En el pasado, cuando he terminado una relación de esclavitud, he vuelto a mi vida normal, por llamarla de alguna forma, pero tengo la sensación de que si ahora dejara de estar sometida a mi Amo no sabría lo que hacer y tendría dificultades para dar un giro a mi vida. Sé que lo que digo puede parecer exagerado pero es lo que siento. Sé que alguna circunstancia de la vida puede hacerme cambiar de opinión y sé que sólo la vida dura toda la vida. Sé que un día dejaré el BDSM y regresaré al momento en el que comenzó todo aunque nunca será de forma unilateral. Tal vez por todo lo que expongo, vivo sin querer pensar en ello.
