Escribo esta entrada para subsanar un error que cometí en la anterior por olvido y, tampoco lo voy a negar, un poco por los nervios. Quiero decir que es totalmente cierto que el amo que tuve hasta hace unos meses se ofreció a donarme un riñón para que me lo trasplantaran. Ignoro, porque es imposible saberlo, si lo hizo como un compromiso firme o sólo por quedar bien pero no tengo por qué pensar ni, desde luego, existe ningún indicio de que no fuera una oferta sincera y altruista.
Había dos problemas insalvables: uno que, por diversas razones, habría sido casi imposible una compatibilidad y otro que, tal como le dije desde el primer día, jamás aceptaría el riñón de una persona viva. Es justo que quede así.
Emplea tus energias en el camino que tienes por delante, suelta lastre y vuela !
ResponderEliminarUn beso