viernes, 27 de noviembre de 2015

Decálogo



Este es el decálogo por el que se rige mi esclavitud y mi sometimiento al Amo Karl, mi Dueño y Señor. Evidentemente, la relación es mucho más compleja, con un gran listado de normas y reglas, imagino que similares a las de cualquier otra relación. Pero en estos diez puntos se puede resumir lo que mi Amo me exige y lo que yo le ofrezco.

     1.Sometimiento total y absoluto a mi Amo, veinticuatro horas al día, siete días a la semana.
     2.Disponibilidad total y permanente las 24 horas del día.
     3. Control absoluto de todas mis actividades, así como de mi vestuario, comidas y gastos.
     4. Control total de mi sexualidad.
     5. Obediencia ciega, sin excepciones ni excusas.
     6. Pérdida de cualquier derecho no establecido en los límites.
     7. Prohibición de cualquier intimidad, ya sea física o mental para con mi Dueño.
     8. Supresión de la facultad de decidir por mí misma.
     9. Respeto total a los límites establecidos.
    10.Se me concede el privilegio de ejercer libremente mi profesión en los horarios establecidos y el de relacionarme con mi familia.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Aclaración



Ayer recibí un mensaje de quien hasta hace un mes y medio ha sido mi Amo durante más de tres años en el que me mostraba su desacuerdo con lo que yo había escrito en mi anterior entrada acerca de las razones que le habían llevado a prescindir de mí y aceptar a una nueva esclava. Me decía que lo que yo exponía era falso y que esa falsedad le había dolido porque no la esperaba. Me indicaba que en ningún momento había prescindido de mí porque pensara que no podría deshacerse de su nueva esclava sino porque creía que dadas algunas de mis manifestaciones o comentarios, yo era más feliz y me sentía mejor en mi nueva situación.

Por el respeto que le tengo y por todo el tiempo que he pasado con él no tengo ningún derecho a desconfiar de él o a pensar que no me está diciendo la verdad y me está expresando sus verdaderos sentimientos. Siento muchísimo si le he hecho daño y me disculpo públicamente por ello.

Posiblemente todo ha sido un malentendido pero a mí nadie me ha preguntado qué es lo que prefería, dónde estaba más a gusto o que era lo que quería hacer. No quiero seguir con el tema porque no quiero que nadie se sienta herido, pero sin quiero exponer esto porque es justo que lo haga y porque por nada del mundo quisiera ofender, molestar o criticar a quien he estado sirviendo y dedicando mi vida al cien por cien durante tantos años.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Intercambio



Cuando habían transcurrido dos meses desde que nuestros Amos decidieron intercambiarnos entre ellos de manera temporal y cuando aún faltaban otros dos para terminar el mencionado intercambio, decidieron hacer las cesiones definitivas y permanentes, de modo que, desde ese momento, soy la esclava indefinida del Amo Karl.
Es verdad que nos preguntaron nuestra opinión, no qué pensábamos de cambiar de Amo de manera definitiva, sino si aceptábamos a nuestros nuevos Amos. Ambas dijimos que sí. Ella porque es una chica que se está introduciendo en el BDSM, que apenas había empezado con su Amo y que vio en el mío a la persona idónea para desarrollarse como esclava. Yo, porque soy una esclava 24/7 y no me sentía con derecho ni capacidad para dejar de cumplir algo que había decidido mi Amo.  Además, una cesión, incluso definitiva, es algo que no tenía limitado, ahora no sé si erróneamente, pero que mi Amo podía ejercer cuando quisiera.
En cualquier caso, no ha sido eso lo que más me ha impactado.
Desde el principio, mi Amo reconoció que se había equivocado en el intercambio pero que no podía volverse atrás porque yo iba a salir perdiendo si lo hacía. No dudo de que lo pensaría con toda sinceridad, pero lo que realmente creo que le llevó a tomar esa decisión es que se dio cuenta de que no podía deshacerse de esa nueva esclava que se había echado en sus brazos, a la que iba a adiestrar durante cuatro meses, porque no le pareció justo y porque le hubiese causado un gran perjuicio. Mi Amo opinaba que yo no quería volver con él, pero yo nunca he dicho eso, ni siquiera lo había pensado. Realmente, mi actitud era la de hacer lo que ellos acordaran.
Ha habido algo peor que me ha dolido bastante. Tengo la percepción de que mi Amo me hace culpable de no estar ahora con él. Y yo no tengo ninguna culpa. Tal vez no se dio cuenta de que el responsable era él, que es quien tomó la decisión y quien tenía la posibilidad de revocarla.
A partir de ahí, intercambiamos algunos correos pero pasados unos días, dejó de responder a los míos. Justo después de decirme que no teníamos nada que decirnos. Eso me ha dolido y me hace pensar que todavía me sigue considerando culpable.