martes, 18 de noviembre de 2014

El dilema de Luna




Luna y su Amo han decidido dar por terminada la relación que mantenían desde hacía casi dos años. Al principio fue una relación personal, los dos viviendo en la misma ciudad, pero desde hacía un año más o menos, se había convertido en otra a distancia, en la que el contacto se establecía a través de correo electrónico, chat, whatsapp y encuentros breves y esporádicos. Dejó de ser personal porque su Amo, un holandés, tuvo que abandonar España por cuestiones de trabajo y regresar a su país.
Luna siempre ha sido heterosexual. Siempre ha salido con chicos y durante tres años mantuvo una relación de noviazgo con uno de ellos, relación que, finalmente, no prosperó. Jamás se le pasó por la cabeza la posibilidad de ser bisexual y, mucho menos, lesbiana. Sin embargo, hace unos meses, su Amo la mandó ir a un bar de ambiente gay y allí conoció a una chica de la que, sin saber por qué, y a las primeras de cambio, se enamoró perdidamente. Iniciaron una relación que, desde el primer momento, contó con la autorización de su Amo. Luna fue informada por su Dueño de que en ningún caso le hubiera autorizado una relación con un hombre pero que sí le autorizaba esa. Al poco tiempo, Luna se fue a vivir con la chica en el apartamento que ella poseía y durante todo este tiempo han proseguido su relación de noviazgo.
Durante estos meses, Luna ha mantenido su relación BDSM y su relación de noviazgo pero, como es fácilmente imaginable, cada vez ha sido más difícil. Ella no ha considerado que ser la esclava de un Amo que estaba a muchos kilómetros de distancia fuese incompatible con amar a otra persona y que en ningún caso podía considerarse que la estuviera engañando, mucho menos menospreciando. Pero existía un grave riesgo que que su novia descubriera la relación BDSM, la existencia de un Amo y rompiera la relación.
A Luna no le gustan las chicas, nunca le ha gustado ninguna desde el punto de vista erótico, pero ama a su novia con todas sus fuerzas.
Recientemente, ella y su Amo han hablado del asunto con asiduidad. Ella quería mantener su relación de esclava a toda costa porque es el estilo de vida que ama y que le gusta. Pensaba que, en todo caso podría prolongarla en el tiempo sin correr demasiados riesgos. Pero su Amo no pensaba igual. Consideraba que en cierto modo era el responsable de que las dos se hubieran conocido y se hubieran enamorado y no quería ser responsable de una ruptura entre ellas. Pensaba que su relación de noviazgo podía durar toda la vida mientras que la relación BDSM no era probable que lo hiciera. Y le habló a Luna de terminar su relación. Pero no porque él quisiera hacerlo, sino porque no quería que su esclava pudiese perder la oportunidad de ser feliz con su chica, de mantener esa relación en el tiempo, tal vez, para siempre.
Desde hace unos días Luna y su Amo ya no se relacionan. Han decidido mantener el contacto como amigos. Luna ha llorado como nunca lo había hecho hasta ese momento y lo echa enormemente de menos, pero es feliz con su chica y sabe que si su amor puede durar toda la vida, sólo será por la inmensa generosidad de su Amo.

nunki quiere añadir que Luna no es el nombre verdadero de esta esclava ni tampoco su nombre de esclava pero que la historia es totalmente cierta.