miércoles, 21 de mayo de 2014

Ausencia




Hace unos días mi Amo tuvo que hacer un viaje de carácter personal y estuvo navegando por el mar Mediterráneo sin posibilidad de relacionarse con su esclava. Únicamente, en dos ocasiones, pudo mandarme brevísimos correos para notificarme que estaba bien y que pensaba en mí.
Es extraña la sensación de soledad que sentí durante esos días. Fue algo que nunca había sentido antes.
Naturalmente, estuve trabajando como lo hago de forma habitual, me relacioné con mis compañeros y compañeras de trabajo, con mis jefes, fui a ver a mis padres, a los que no visitaba desde hacía más de dos semanas y cumplí todas las normas y todas las reglas que tengo establecidas. Pero me sentí profundamente sola. No únicamente sola sino también desamparada. Sin saber qué hacer y sin saber qué decidir, como pasar los tiempos muertos de esos días.
Ahora, una vez que la situación se ha normalizado, me pregunto hasta dónde he llegado como esclava para haberme sentido así y, sobre todo, me pregunto también si tal grado de dependencia, algo que nunca había considerado, es normal para una esclava en un caso como el que cuento.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Fijación sexual




Muchas veces me he preguntado por qué la inmensa mayoría de los Amos que practican BDSM tienen esa obsesión por el sexo o por el aspecto sexual de la relación. No me estoy refiriendo al deseo o al derecho que pueden tener de mantener una relación sexual con su esclava, ni que estas relaciones no formen parte del juego entre un Dominante y una sumisa. Me estoy refiriendo a otro aspecto mucho más comprometido, al menos desde mi punto de vista.
¿Por qué ese gusto porque la esclava se introduzca toda clase de vibradores, plugs anales, bolas chinas e, incluso vegetales o cualquier otra cosa que tenga una forma más o menos fálica? ¿Por qué esa obsesión porque se cuelgue pesas o se pince los pezones o los labios vaginales? ¿Por qué no pinzarse la nariz o ponerse pesas en las orejas? ¿Por qué ese deseo de que la esclava se masturbe, ponga posturas inverosímiles o se pinte los pechos o los genitales? ¿Por qué, en su intento por humillarla, se dirigen a ella con apelativos que, como zorra, perra, guarra o puta, tienen una connotación claramente sexual?
Si yo fuera Dominante, mi mayor interés sería ejercer una dominación mental sobre mi esclava, controlar su mente porque si lo consiguiera, la tendría totalmente sometida. No me refiero a un lavado de cerebro sino a conseguir lo que se denomina sumisión mental.
Parece  que a la inmensa mayoría de los Amos a los que me refiero, eso no les interesa, no sé si porque cuesta mucho más trabajo o porque les traiciona su subconsciente.