sábado, 27 de julio de 2013

Repudio



Esta semana he tenido el honor más grande que puede recibir una esclava. Esta semana he sido repudiada por mi Amo. El motivo ha sido desobedecer reiteradamente una orden y, en concreto, no cumplir una de sus reglas. Como esclava tenía prohibido mantener cuentas privadas de correo electrónico y chatear con alguien sin permiso y no he cumplido la norma. Debo reconocer que, en cierto modo, he merecido el repudio y el abandono de mi Amo. Aunque hubiera podido ser diferente. Podría haberse conformado con imponerme un castigo ejemplar, con reprenderme severamente, con quitarme el ordenador o con hacerme algún tipo de advertencia antes de tomar una decisión tan drástica y tan humillante. Pero no le ha parecido oportuno.
Mi Amo me ha dicho que no se fía de mí, que le he defraudado profundamente, que piensa que todo lo que le he dicho durante el tiempo que llevamos juntos, es mentira, que soy una estafadora. Y a mí me ha dolido tanto escuchar eso que no he sabido qué responder. Mi Amo tiene razón. Una esclava que se comporta como yo no es una esclava seria, es más bien una farsante. Pero me he esforzado tanto en cumplir mis obligaciones, he observado con tanto entusiasmo y con tanta dedicación todas las normas y todas las reglas y he luchado tanto contra tantos inconvenientes y contra tantas dificultades que no me parece justo hallarme donde me hallo ni haber llegado hasta donde he llegado.
En cualquier caso, le he pedido perdón, le he explicado los motivos y le he suplicado que me diese otra oportunidad, que me diese algo de tiempo, unos días o un mes, para tratar de recuperar su confianza. Pero tampoco le ha parecido oportuno.
Sin embargo, me gustaría declarar mi máximo respeto y mi mayor admiración por mi Amo y dentro de ese profundo respeto decirle que ha sido injustamente duro conmigo. Ni siquiera ha considerado oportuno ofrecerme algún tipo de amistad o mantener el hilo de algún tipo de relación.
Hoy quiero manifestar que dejo el BDSM. Ha sido una de mis grandes pasiones y a él me he entregado en cuerpo y alma, con lo que ello supone de renuncia y de sacrificio. Los que me conocen saben lo que he luchado siempre por llegar a lo más alto del sometimiento, por mantenerme como una esclava digna, incluso con importantes problemas de salud y de convivencia. Pero estoy cansada. Quiero intentar otro tipo de vida, salir con amigas y amigos, vivir como cualquier chica de mi edad. O, tal vez, digo todo esto porque estoy dolorida y porque me siento hundida, porque estoy inmensamente frustrada y porque me siento triste. He pasado por momentos muy bellos pero también por otros muy malos. He llorado muchas veces y he recibido muchos palos, no de los que se dan con un látigo o con una fusta, sino otros mucho más dolorosos e intangibles.
De momento, me propongo continuar con el blog. Lo haré mientras tenga algo que contar o mientras haya alguien que tenga la paciencia de leerme. Nunca pensé que me sucedería lo que me ha ocurrido.

domingo, 21 de julio de 2013

El BDSM como práctica sexual




Recorriendo algunos foros de temática BDSM he leído la opinión de algunos practicantes para los cuales el BDSM no es más que una forma de expresar o de practicar la propia sexualidad. Estoy totalmente en desacuerdo con esa opinión.
Naturalmente, cada persona puede practicar esta actividad como le venga en gana y si hay personas que consideran que el único objetivo es practicar sexo como Dominante o como sumiso, están en su derecho. Pero para mí es mucho más que eso.
Desde mi punto de vista el BDSM no es una forma de sexualidad sino una forma de vida. Es cierto que en este tipo de relaciones hay un componente sexual o una actividad sexual pero no mucho mayor ni más importante que cualquier otra de las actividades que le son propias. Creo que la esencia del BDSM es la sumisión en todos los aspectos de la vida, llegar a sentirse sometida a un Amo o Ama, llegar a vivir sometida, que los Dominantes programen tu vida o tengan poder sobre cada aspecto de ella. Sé que no todo el mundo practica ese tipo de relación, que hay gente que se limitan a sesiones esporádicas o a momentos puntuales. Que hay otros que sólo ejercen su Dominación o su sumisión en el acto sexual pero no es eso lo que yo busco ni lo que me interesa. Busco una sumisión completa y una entrega total. Ese es el BDSM que me interesa y reducirlo todo a una relación sexual me parece una lamentable simplificación.