2011 ha sido, sin duda, el peor año de mi vida. En el aspecto físico, todos los que siguen este blog saben por las vicisitudes que he pasado. Una grave enfermedad, dos intervenciones quirúrgicas de riesgo, todo el año sin poder trabajar, incapacitada y sin demasiadas esperanzas de poder salir adelante.
En el plano anímico las cosas no han ido mucho mejor. Tuve que dejar la práctica del BDSM a causa de mi enfermedad,práctica por la que siempre he mostrado una grandísima ilusión y que he considerado como una parte de mi vida.
Por otra parte, ha habido algunas circunstancias que me han decepcionado profundamente y que me han entristecido aún más. Algunas personas me han tratado tan injustamente que aún hoy todavía me pregunto la razón o el porqué. Algunos han contado infinitas mentiras sobre mí con el objeto de ponerme en contra de muchos sin ninguna razón concreta. Ha habido gente que ha querido humillarme pero no como se humilla a una esclava sino humillarme como persona. Gente que me ha despreciado de forma pública u otros que me han engañado despareciendo sin dejar rastro. Personas que se han creído con el derecho de prohibirme hablar con otras como si yo fuera una apestada o como si ellos fueran dioses intocables. Incluso ha habido pesonas a las que he ofrecido mi amistad y ni siquiera han tenido la honestidad o la educación de contestarme.
Pero es posible que 2012 sea diferente. Conocí por Internet, creo que a través de mi blog, a un compañero de profesión de un país de Centroamérica que me ha brindado todo su apoyo. Nos escribimos correos regularmente y a veces hablamos por chat. Resulta que ha practicado BDSM como Amo y ha tenido dos esclavas presenciales. Hablamos de medicina y hablamos de BDSM. No tenemos ninguna relación en ese aspecto pero para mí es un gran aliciente.
Hace unos días recibí un correo de un Amo con el que no he hablado jamás y del que sólo sé de su existencia porque es el Amo de una amiga mía. Lee de vez en cuando mi blog y puedo decir que era uno de los correos más cariñosos y estimulantes que he recibido en mucho tiempo. Quiero darle las gracias públicamente por sus deseos para mí y por lo que opina de algunas cosas.
Por último, esta última semana me han ofrecido un trabajo para pasar una consulta en un Centro privado. No es la panacea, se trata sólo de una consulta por las tardes tres dias a la semana y es sólo un trabajo temporal pero después de dos años sin poder practicar mi profesión me parece el sueño más maravilloso que podía haber imaginado.
Hace un tiempo, un seguidor de este blog me decía que lo que tenía que hacer era olvidarlo todo y volar. Quiero decirle que estoy empezando a hacerlo.
Me gustaría hacer un pequeño comentario a la última entrada de un blog cuyo nombre no puedo decir porque no tengo el permiso de su dueña, pero que me ha parecido muy interesante aunque no esté totalmente de acuerdo con él.
Se refiere la entrada a las personas que como ella y yo misma somos por naturaleza rebeldes, respondonas y que no nos callamos con facilidad. Dice la autora "Ser rebelde no tiene nada que ver con el rol de sumisa" Estoy totalmente de acuerdo, aunque yo no emplearía la palabra rol porque ser sumisa es un estado o una actitud ante la vida no un rol.
Y para dar una explicación, añade: "Porque una cosa es mi vida "civil" y otra la posición que tengo con mi Amo". Con eso no puedo estar de acuerdo. Una esclava puede ser una persona rebelde pero el Amo tiene que acabar con esa rebeldía y si no lo hace es que ha fracasado. No creo que se pueda decir soy sumisa y me siento totalmente sometida a mi Amo pero muestro mi rebeldía ante las demás personas. Recuerdo perfectamente que una de las cosas que mi Amo me recalcó en primer lugar era que al ser esclava no tenía derecho a discutir con nadie, estuviera o no dentro del BDSM, ni levantar la voz, ni querer tener razón en una discusión, ni mirar directamente a los ojos a nadie. Esa era mi vida "civil" y sin embargo en ella tampoco podía mostrarme rebelde.
Tal vez sólo sea una diferencia de matiz y de concepto sobre como se entiende el sometimiento o el BDSM para apostillar una entrada que, por otro lado me ha parecido magnífica y muy interesante.
Espero que la autora de esa entrada no se moleste con este breve comentario ni tampoco se moleste porque no dé su nombre, cosa que haría encantada si tuviera su permiso o, más importante, el de su Amo.
Queridos Reyes Magos:
Este año que acaba de terminar no he sido especialmente buena, me he metido en un montón de líos, he pecado de ingenua y me he dejado engañar impunemente. Si a eso se añade que la situación por la que atravesamos no es precisamente boyante y que, seguramente, la famosa crisis os afecta a vosotros también, he decidido que no voy a pediros nada material.
En cambio, sí os pediré otras cosas:
La primera, que mi estado de salud siga progresando y que en este año pueda ya hacer una vida normal o, al menos, casi normal. Que no tenga más complicaciones y que no me vuelva a tener que operar.
La segunda cosa que quiero pediros es poder volver a trabajar. Ya sé que más del 45% de la gente de mi edad está en la misma situación y quer yo no tengo ningún mérito particular para pasar por delante de nadie, pero tampoco os pido un puesto de Jefe de Servicio ni nada de eso, sólo poder terminar mi aprendizaje y formación en algún hospital perdido por ahí. (Por cierto, a ver cuándo le suben el sueldo a los médicos)
Por fin, os quiero pedir por la salud y la felicidad de todos mis amigos, los que están en el BDSM y los que están fuera de él, los que ven este blog y los que no lo ven, incluso los que ya se han olvidado de mí. Que todos ellos tengan un año estupendo y vean cumplidos todos sus sueños.
Que tengáis un feliz regreso a Oriente.
